Padres y madres

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Tal y como nos comentan en esta noticia, ser padre  y madre no es tarea fácil.

Algo que muchas veces no tenemos en cuenta  es que por ser padres no dejamos de ser hijos. ¿Esto qué quiere decir? Que nuestras cuestiones de la infancia resueltas, y sin resolver, se ponen en juego a la hora de tener un hijo.

El pasado está presente

Ya incluso antes de ser padres y madres, en el momento de empezar a concebir la idea de tener hijos, todo esto está presente. Nos enfrentamos a todo aquello que queremos hacer como lo hicieron nuestros progenitores. Y a la vez con todo aquello que no queremos hacer igual. Sin embargo, en muchas ocasiones, nos encontramos haciendo justo lo contrario a lo que habíamos deseado.

No hay un manual de instrucciones para ser buenos padres. No obstante, sí que hay algunas cosas que habría que intentar tener en cuenta para ayudar a los hijos a crecer de la mejor manera posible. Hoy vamos a hablar de una de ellas:

En esta noticia mencionan que es importante no juzgar a nuestros hijos. Si bien lo que se plantea es no intentar que hagan las cosas tal y como nosotros queremos o esperamos… sí que es importante hacer de guía para ellos. Los niños, especialmente los más pequeños, no saben cómo funciona el mundo.

Sí es necesario acompañar

Cuando un bebé nace, al principio es un cúmulo de sensaciones corporales. Dichas sensaciones son desconocidas para el bebé. Es gracias a la labor de las figuras de cuidado, que van poniendo palabras a aquello que el bebé siente. Gracias a esto empieza a discernir unas cosas de otras. Cuando un padre o madre intenta adivinar lo que le pasa a su bebe cuando llora, aunque no acierte, el mero hecho de poner palabras a lo que supone que le pasa (dolor de tripa, por ejemplo), ayuda a ir configurando la idea del propio cuerpo. Lo mismo pasa con el mundo externo. Los papás y mamás van dando forma a lo que el niño o niña ve en la realidad.

En este sentido, así como transmitimos a nuestros hijos el funcionamiento de sus cuerpos y el funcionamiento de la realidad externa… debemos transmitir las cuestiones sociales.

No se trata en ningún caso, efectivamente, de que los hijos hagan exactamente lo que nosotros queremos. Pero si cuando son pequeños no transmitimos unas ideas de lo que se puede y no se puede hacer… estarán muy perdidos. Debemos ser el sostén y la guía de los hijos. Tan solo de esta manera, cuando lleguen a la adolescencia, y deban replantearse todo lo que sienten y piensan…. tendrán algo a lo que agarrarse, y posteriormente, tomar sus propias decisiones. Decisiones, que efectivamente, no tienen por qué ser las que a nosotros nos hubiera gustado.

Para cualquier información relacionada con este u otros temas no duden en ponerse en contacto con María Bilbao, psicólogo en Bilbao

Fuente: elpais.com

Padres y madres sobreexigidos

Padres y madres sobreexigidos
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Muchos padres y madres se sienten sobreexigidos.  Hoy en día hay muchos niños y niñas que llevan deberes a casa para realizar con sus aitas. Estas situaciones quizá tengan que ver con fomentar la colaboración entre el hogar y la escuela. Sin embargo, acaban produciendo todo lo contrario. Este tipo de situaciones, si se producen en exceso, terminan por producir una sensación de hastío. Además los aitas y amas muchas veces no tienen las capacidades o el nivel de conocimientos para poder echarles una mano a los niños. No es tan sencillo. No se puede saber de todo.

Vivimos en una época social en la cual todo debe ser perfecto. La felicidad debe imperar. Padres y madres deben hacer de todo, y hacerlo bien, en tan sólo las 24 horas que tiene el día.

Tareas extraescolares

Es importante que en el hogar se valore, y se apoye lo propuesto desde la escuela. De hecho es muy importante para los niños y niñas sentir que los padres valoran el colegio.De hecho sería muy favorecedor que los aitas y las amas pudieran fomentar la lectura, la creatividad, etc. Sin embargo a veces se encuentran con una imposibilidad de hacer tal cosa dado que el listado de deberes es eterno. Esto se une a algo comentado en otras ocasiones, y es la necesidad de que los niños y niñas hagan tareas extraescolares. A veces cuesta renunciar a algunas actividades, pero sería necesario para evitar esta saturación.

Mostrar la incapacidad

Es muy importante poder mostrar las propias incapacidades, así como las renuncias, a los hijos. Cuando se intenta llegar a todo, se va introduciendo la idea en ellos de que todo es posible. Y esto genera frustración. Evidentemente, a veces el sistema educativo no ayuda. No obstante, sí que es útil ser honestos y ser modelos de tolerar las frustraciones y las dificultades propias. Tan sólo de esta manera los niños y niñas lo podrán hacer con las suyas.

Fuente: elpais.com

La felicidad y las renuncias

 

La felicidad y las renuncias
La felicidad y las renuncias

La felicidad y las renuncias están muy relacionadas. En este artículo tan interesante nos muestran la relación existente entre un estado interno de bienestar y los tiempos de espera. Vivimos en una sociedad en la que parece que se puede tener todo ya, al alcance de la mano. Pero esto nunca es posible. Los avances tecnológicos han permitido que todo sea más rápido. A los adultos y a los niños nos cuesta mucho esperar. El deseo humano por excelencia consiste en esto, en querer tener todo ya. Por eso los mensajes que recibimos constantemente de que esto es posible no nos ayudan. Parece que es posible viajar, tener hijos, avanzar en las carreras profesionales, cuidar el cuerpo para parecerse a los cánones marcados actualmente… y ser feliz.

No alcanzar esto puede producir, y de hecho está produciendo, una sensación de insatisfacción. Nunca llegamos a lo que nos proponemos. A pesar de que parece que podemos hacer todo más rápido (whatsapp, internet…). El deseo siempre nos impele, a todos los seres humanos, a querer más, a seguir buscando. La dificultad aparece cuando no toleramos no llegar a todo.

Aprender a esperar

La vida está llena de renuncias y de tiempos de espera. Siempre que elegimos hacer algo… renunciamos a otra cosa. Y no es verdad, aunque nos intenten vender esa idea y nosotros la compremos, que se puede tener todo ya. En realidad deberíamos volver a aprender a esperar. Difícilmente logremos que los niños y niñas sean capaces de hacerlo si en la actualidad los adultos no lo logramos.

El ser humano debe sentir ciertos vacíos para seguir avanzando en la vida. Y debe tolerar un cierto vacío permanente, una cierta sensación de insatisfacción. No podemos tener todo, aunque nos gustaría. Cuando esta sensación de insatisfacción es permanente y dolorosa, puede ser necesario consultar con un especialista. Habría que analizar de dónde proviene, y conocer la historia personal para poder elaborar una nueva historia que nos duela menos y nos ayude a avanzar.

Felicidad y tristeza

Felicidad y tristeza
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La búsqueda de la felicidad es un tema constante en numerosas revistas, libros de autoayuda, noticias… En esta noticia adjunta nos dan trucos para levantar el ánimo rápidamente, titulando incluso la noticia «Felicidad exprés». Esta especie de compra-venta de la felicidad es algo muy presente en nuestra cultura, y además ahora se acompaña del intento de lograrse cuanto antes. En la actualidad todo debe conseguirse de una manera ágil, sin esperas, sin dolor, sin frustración.

Como conseguir la felicidad

A pesar de que tal vez alguno de estos de trucos propuestos puedan ayudar a aquellas personas que no están pasando por un episodio de tristeza especialmente importante (depresión), las emociones humanas no son tan simples.

Todas las personas pueden pasar en momentos de su vida por situaciones que les producen dolor mental, a veces conocidas y a veces desconocidas. En esas ocasiones difícilmente «enviar un emoticono a un amigo» va a solucionar dicho sufrimiento. A veces es necesario tolerar este dolor durante un tiempo, porque puede ser necesario. Cuando ha habido una pérdida de algo que esperábamos, que amábamos… se produce una sensación de tristeza que se debe sobrellevar durante una temporada (duelo) a fin de dejar paso a que podamos poner toda nuestra energía en otra cosa.

Consulta y terapia

Sin embargo, el dolor mental a veces supera las capacidades, por su duración, por su intensidad… Cuando se produce esto no está de más poder consultar y pedir ayuda profesional que nos permita hacer el proceso de conocer las razones de dicho dolor, e ir, de alguna manera, pudiéndolo sentir de una forma no tan intensa. Este proceso nunca puede ser rápido, porque el psiquismo no tiene los mismos tiempos que nos venden en este tipo de consejos de autoayuda. Es por eso que en muchas ocasiones hay personas que tras intentar métodos breves para conseguir la felicidad, acaban consultando y comenzando una terapia.

Aquí el enlace a la sección que aborda la depresión en adultos.

Fuente: elpais.com

Pastillas para conseguir la felicidad

En este artículo se habla acerca de la imposibilidad de encontrar pastillas para conseguir la felicidad. Más allá de que evidentemente todo el mundo podría estar de acuerdo con este comentario, ya que píldoras que logren tal cosa suena a utopía,  el autor de tal comentario llama la atención sobre la excesiva tendencia a medicalizar y etiquetar el sufrimiento para intentar suprimirlo.

En la actualidad, desde la sociedad de consumo en la que vivimos, donde todo sucede rápidamente y parece que podemos tener todo en nuestras manos en un segundo… no hay espacio para el dolor. Parece que para poder solucionar las situaciones de sufrimiento mental habría que poner una etiqueta y por tanto tomar un tratamiento para seguir con la vida y  seguir produciendo, tomando esas inexistentes pastillas para conseguir la felicidad. En este momento, en nuestra cultura, no se permite dolerse, entristecerse, no sentirse bien. El mensaje que recibimos si encendemos la TV, vamos a cualquier librería o puesto de revistas es el de «sigue estos consejos para ser feliz».  Parecería, por tanto,  que si una persona no es feliz… es porque quiere, ya que con esas pautas es muy fácil lograrlo.

Sin embargo todo ser humano, en algunos momentos de su vida, pasará por situaciones de dolor mental, de sufrimiento, que difícilmente serán totalmente solucionadas con una lista de consejos o una medicación milagrosa que muchas veces no existe. No se trata de que haya que sufrir indefinidamente, porque este sea el destino del ser humano, sino de aprender a vivir con una dosis de frustración, de tristeza, de sufrimiento… porque irremediablemente  estas emociones nos acompañarán en alguna ocasión.

No obstante, cuando el malestar supera ciertos límites, puede ser necesario consultar, para recibir ayuda. Aquí está el enlace de cuando acudir a consulta, en adultos.

Fuente: diariodeleon.es