La tolerancia a la frustración

la tolerancia a la frustración
Diseñado por Freepik – Tolerancia a la frustración

La tolerancia a la frustración es un término que lleva tiempo en uso. Pero… ¿en qué consiste realmente? ¿cómo se logra? ¿por qué hay tantos niños que tienen dificultades con este tema?

¿Que es la tolerancia a la frustración?

La tolerancia a la frustración viene a ser la capacidad de asumir que no se puede tener todo. Y además…  no se puede tener ya mismo. Y dicha tolerancia se va logrando a lo largo de toda la vida. Evidentemente los seres humanos deseamos tener todo.  Y lo deseamos tener cuanto antes. Pero sí que habría diferencias individuales, en función de cómo se haya ido desarrollando esta capacidad de renuncia.

Cuando los bebés son pequeños,  hay una unión enorme entre ellos y la figura de cuidados. Cuantas amatxus se pasan las primeras semanas sin casi tiempo para sus cosas porque están atendiendo todas las necesidades de su bebé. Esto es así y debe ser así. Los seres humanos somos los animales que nacemos más dependientes del medio.  Además esta situación de dependencia dura más en el tiempo que en otros animales. No obstante, poquito a poco, va habiendo pequeñas situaciones en las que la mamá, o la figura cuidadora, no puede satisfacer rápidamente. A veces no se puede dar el pecho justo en ese momento. O se tarda un ratito en preparar el biberón…

Sentimiento de culpa

Estas pequeñas situaciones cotidianas tienen enormes consecuencias en el psiquismo de los bebés. Una de ellas sería poder ir interiorizando la capacidad de esperar. Más adelante esto se repetirá en otras cuestiones. No poder ir a jugar al parque porque llueve. No poder usar la videoconsola porque hay que hacer deberes… Normalmente el sentido común es el que marca los ritmos necesarios. Pero a veces hay sentimientos de culpa en los padres y madres cuando tienen que frustrar a los pequeños.

De esta manera los niños y niñas desarrollan algo básico, que es la tolerancia a la frustración. No podemos esperar que los niños comprendan esto racionalmente. Y por tanto, cuando se sienten frustrados, se quejarán, llorarán y patalearán.

Sin embargo, en algunas ocasiones esta capacidad no está bien instaurada. Cuando esto sucede no logran calmarse después de la queja inicial. En estos casos podría ser necesario consultar. Para más información pueden ponerse en contacto a través del Formulario de contacto. María Bilbao, tenemos nuestra consulta de psicólogos en Bilbao.

Fuente: elmundo.es

Padres y madres sobreexigidos

Padres y madres sobreexigidos
Diseñado por Freepik – Sobreexigidos

Muchos padres y madres se sienten sobreexigidos.  Hoy en día hay muchos niños y niñas que llevan deberes a casa para realizar con sus aitas. Estas situaciones quizá tengan que ver con fomentar la colaboración entre el hogar y la escuela. Sin embargo, acaban produciendo todo lo contrario. Este tipo de situaciones, si se producen en exceso, terminan por producir una sensación de hastío. Además los aitas y amas muchas veces no tienen las capacidades o el nivel de conocimientos para poder echarles una mano a los niños. No es tan sencillo. No se puede saber de todo.

Vivimos en una época social en la cual todo debe ser perfecto. La felicidad debe imperar. Padres y madres deben hacer de todo, y hacerlo bien, en tan sólo las 24 horas que tiene el día.

Tareas extraescolares

Es importante que en el hogar se valore, y se apoye lo propuesto desde la escuela. De hecho es muy importante para los niños y niñas sentir que los padres valoran el colegio.De hecho sería muy favorecedor que los aitas y las amas pudieran fomentar la lectura, la creatividad, etc. Sin embargo a veces se encuentran con una imposibilidad de hacer tal cosa dado que el listado de deberes es eterno. Esto se une a algo comentado en otras ocasiones, y es la necesidad de que los niños y niñas hagan tareas extraescolares. A veces cuesta renunciar a algunas actividades, pero sería necesario para evitar esta saturación.

Mostrar la incapacidad

Es muy importante poder mostrar las propias incapacidades, así como las renuncias, a los hijos. Cuando se intenta llegar a todo, se va introduciendo la idea en ellos de que todo es posible. Y esto genera frustración. Evidentemente, a veces el sistema educativo no ayuda. No obstante, sí que es útil ser honestos y ser modelos de tolerar las frustraciones y las dificultades propias. Tan sólo de esta manera los niños y niñas lo podrán hacer con las suyas.

Fuente: elpais.com