Intento de suicidio: Lo hace para llamar la atención

Intento de suicidio: Lo hace para llamar la atención

Estos días tras el fallecimiento de Veronica Forqué han estado llenos de minutos y líneas dedicadas a hablar del suicidio y de la salud mental, como puede ser este artículo. Si bien cada vez se habla con una mayor naturalidad de estos temas, todavía hay muchos prejuicios, así como desconocimiento.

Llamar la atención

En no pocas ocasiones escuchamos en la calle, o en la consulta, que alguna persona se ha hecho daño a sí misma para «llamar la atención». A veces, incluso los profesionales contribuímos a esto, distinguiendo los intentos de suicidio de los gestos autolíticos. Cierto es que no es lo mismo querer acabar con la propia vida que hacerse daño para intentar calmar el dolor mental. Sin embargo, detrás de acabar con la propia vida también se está intentando calmar el sufrimiento psíquico.

Las personas que hacen un intento de suicidio, o simplemente, se autoinfringen un daño físico importante, sí que están llamando nuestra atención: están «gritando» que necesitan ayuda. Y lo están gritando de una manera dañina para ellos y tambi´én dolorosa para aquellas personas que les quieren, pero lo hacen de la única manera que han podido. La idea de «llamar la atención» está equivocada y mezclada con una cierta idea de que no es importante, o no hay que tenerlo en cuenta. Y éste es el error. Cada persona pide ayuda como puede, y expresa su dolor como puede. Detrás de un intento de suicidio hay un dolor mental enorme, del que la persona no logra liberarse y no ve salida.

Salvando las distancias, esta frase de «lo hace para llamar la atención» se usa también a veces para referirse a por qué hacen algunas cosas los niños. Y también es un error quedarse en esa explicación. Si bien es cierto que niños y niñas a veces hacen cosas disruptivas para llamar nuestra atención, habría que mirar un poco más allá. ¿Quieren llamar nuestra atención porque no les hacemos caso? ¿Quieren llamar nuestra atención porque están sufriendo? ¿Igual se sienten perdidos?

La ayuda es necesaria

El suicidio es una solución terrible que muchas personas encuentran como única salida a un sufrimiento mental también terrible. Y este sistema en el que estamos inmersos se echa las manos a la cabeza y corren ríos de tinta hablando de lo triste que ha sido este fallecimiento; pero al mismo tiempo, este mismo sistema nos exige ser súperhombres y súpermujeres: que podamos hacer de todo, siempre bien, estar estupendos, disfrutar, y no quejarnos. Algo está fallando. En cualquiera de los casos se hace necesario poner un poco de atención a la salud mental comunitaria, para que las personas que sufren puedan encontrar otra salida.

Para consultas sobre este tema u otros, pónganse en contacto a través de este formulario o en el teléfono 653.724.653, de la consulta de la psicólogo María Bilbao.

En qué consiste ir a terapia

En que consiste ir a terapia
Diseñado por Freepik – Ir a Terapia

Tal y como nos muestran en esta noticia, acudir a terapia es comenzar un proceso para poder pensar por nosotros mismos.

En qué consiste ir a terapia

Normalmente cuando una persona pide ayuda o tener una terapia con un psicólogo, busca respuestas. Esto es lógico, porque uno pide ayuda después de un tiempo de sufrimiento. Sin embargo, los psicólogos no tenemos dichas respuestas. Aunque sí que podemos ayudar a que cada persona vaya encontrando poco a poco las suyas propias.

Antes de iniciar un proceso terapéutico como tal, son necesarias unas primeras entrevistas de valoración. En dichas entrevistas el terapeuta intenta conocer al paciente. Se hace necesario explorar su historia, sus relaciones sociales, etc. Esto es de importancia, ya que el terapeuta no conoce de nada a la persona que ha pedido ayuda. Tan solo por medio de estas entrevistas se puede empezar a vislumbrar con qué podría estar relacionado el sufrimiento, y el trabajo necesario para que se vaya mejorando.

A medida se que va profundizando en el espacio terapéutico, se van complejizando las historias. Y si bien en un primer momento uno espera respuestas de sí o no, o de bueno o malo por parte del terapeuta… Esto va cambiando. La vida está llena de grises, nada es blanco o negro. Esto enriquece el pensamiento. Ser capaz de ver diferentes perspectivas, y en función de eso, ir tomando decisiones. Sabiendo, no obstante, que nada es absoluto.

Coste de una terapia en el psicólogo

Es verdad que hacer un proceso terapéutico es costoso. Lo es a nivel económico. Y también lo es en algunos momentos a nivel emocional. Lo que en este momento nos está haciendo sufrir a veces tiene que ver con formas de manejarnos en el mundo que usamos de una determinada manera porque en otras ocasiones nos han servido. Sin embargo, a veces estas estrategias nos dejan de servir, y se transforman en síntomas molestos.

En realidad a veces cuando hay tanto sufrimiento es porque de fondo hay un deseo muy grande de hacer las cosas de otra manera. Pedir ayuda es la primera de esas etapas.

Para más información no duden en ponerse en contacto con María Bilbao Nogueira, tenemos nuestra consulta de psicólogo en Bilbao.

Fuente: psicopedia.org

Las fobias – Como eliminar los miedos en niños

Las fobias
Diseñado por Freepik – Las fobias

Las fobias son miedos exagerados ante situaciones, animales o cosas. A causa de ese miedo la persona afectada deja de hacer determinadas cuestiones para intentar evitar sufrir.

Hay muchos tipos de fobias diferentes. Y aunque hay numerosas clasificaciones intentando agruparlas… en realidad las fobias son muy personales. Sí que a veces se pueden ver en consulta algunas fobias más habituales, como a la oscuridad, a algunos animales, a salir a la calle, etc.

Como eliminar las fobias

En algunas ocasiones se intenta eliminar las fobias con terapias más o menos agresivas. Hay quienes plantean que lo mejor es exponerse directamente ante el estímulo que provoca la fobia. En otros posicionamientos consideran que hay que ir haciendo acercamientos progresivos, para ir perdiendo el miedo poco a poco. Este tipo de intentos  de supresión de las fobias pueden ser más o menos efectivos a corto plazo. Sin embargo, no suelen serlo a largo plazo.

La razón de esto es que las fobias normalmente suponen sacar al afuera una preocupación interna. Y normalmente la preocupación original poco tiene que ver con el estímulo fóbico. Es decir, una fobia, por ejemplo, a las palomas, que haga que una persona no pueda caminar por la calle… seguramente en su origen no tenga nada que ver con las palomas. La mente, cuando siente que algo es demasiado intolerable, pone todo su malestar en otra cosa.

Fobias en niños

En el caso de los niños pequeños se puede entender muy bien. Muchos niños y niñas dicen que tienen miedo a quedarse solos porque hay un monstruo debajo de sus camas. Uno puede afanarse en mostrarles que no existe tal monstruo. A veces con esto basta. Pero normalmente no es así. ¿Por qué? Porque en realidad el miedo es a la separación de sus padres. En el caso de los niños se ve todo más claro. En el caso de los adultos, con un psiquismo más evolucionado… la relación no es tan transparente.

Cuando una persona acude al psicólogo por un sufrimiento por una fobia, habría que hacer una evaluación para intentar encontrar las causas originarias. Es importante no quedarse en lo más obvio. Si la fobia está ocultando y sosteniendo una angustia muy grande, puede ser arriesgado intentar quitarla por todos los medios, como se hace con las metodologías antes comentadas. Hay que intentar mirar más allá. El dolor mental es siempre único. Cuando se intenta, por todos los medios, clasificar algo, se pierde a la persona única que tenemos enfrente.

Para más información o cualquier consulta no duden en ponerse en contacto con María Bilbao Nogueira, Psicólogos en Bilbao.

 

Tristeza y el tiempo

Tristeza
Diseñado por unsplash. Freepik. Tristeza

En esta noticia se habla de la tristeza. Intentan explicarnos cómo en realidad el tiempo no cura las heridas provocadas por la tristeza.

Cuando una persona sufre algún tipo de pérdida, sea del tipo que sea, es lógico que se encuentre triste. Sin embargo, a veces no nos podemos hacer cargo de dicha tristeza. Las razones de esto pueden ser diversas. A veces tienen que ver con que hay que continuar con la vida sea como sea. Hay otras urgencias que atender. En otras ocasiones tienen que ver con la necesidad de acompañar a otras personas a nuestro alrededor, que aparentemente están más tristes que nosotros. Y además, a veces no nos podemos hacer cargo del dolor porque es tan grande que no logramos siquiera poder pensar en ello sin derrumbarnos.

Trabajar las emociones y la tristeza

El tiempo siempre ayuda a relativizar algunos temas. Pero tal y como plantean en esta noticia, en realidad lo que «cura» es el poder trabajar las emociones. A veces hay sufrimientos a los que no hemos podido dar forma, que vuelven en forma de síntomas. No siempre aparecen cuadros depresivos, sino que tras una pérdida no elaborada, no metabolizada, pueden aparecer síntomas de ansiedad, o incluso a veces problemas somáticos (dolores, etc).

Cuando esto sucede es importante poder consultar con un profesional.  Éste nos ayudará a desenmarañar nuestra historia. Tan sólo de esta manera podremos entender las razones del malestar. Y cuando se hayan entendido las razones, habrá que poder hacer el trabajo de duelo que no se pudo hacer antes.

El duelo

El trabajo del duelo consiste en ir repartiendo la energía que teníamos relacionada con aquello perdido. En primer lugar hay que retirar dicha energía de lo perdido. Posteriormente podremos, poco a poco, reinvertir dicha energía en otros proyectos. A veces, para hacer ese trabajo, es necesaria la ayuda profesional. Un espacio seguro donde poder hablar y sentirse acogido y recogido.

Es verdad que para elaborar una pérdida es necesario tiempo, pero este tiempo debe ser un tiempo invertido en trabajo mental.

Fuente: psicopedia.org

 

La adolescencia

La adolescencia
Diseñado por Freepik

La adolescencia es una etapa de la vida sobre la que se escriben cientos de páginas.

Parece que es una época en la que todo lo que ha servido hasta ahora… ya no sirve. Esto es lo que sienten los adolescentes, y también sus padres. Los años previos a la adolescencia, están caracterizados por la importancia de la escuela y los grandes avances a nivel intelectual. Después llega la preadolescencia. Es esta una época llena de retos.

Para los chicos y chicas, es el momento de ir consolidando su identidad. Se ven más capaces, más autónomos, sienten que los adultos a su alrededor ya no tienen siempre la razón. Y por todo esto, cada vez tienen más importancia sus iguales. Este movimiento de «salir al mundo» tan exagerado a veces, tiene su razón de ser. Evidentemente todo lo biológico influye, y los y las adolescentes están a merced también de los cambios corporales de esta época. Pero es el momento para ellos de salir fuera, comprobar sus capacidades por sí mismos.

La adolescencia y la negociación

Para los padres, es un momento de constantes negociaciones. Se enfrentan a tener que negociar todo con sus hijos e hijas, que aparentemente ya no valoran su opinión. Es la época de quedarse despiertos esperándoles por la noche. A veces es complicado acompañarles en estos años, porque parece que no se dejan. Sin embargo, en realidad estos conflictos en casa siempre son una oportunidad. La manera en la que los adolescentes se enfrentan al mundo tiene que ver con cómo ha ido las cosas en casa. Primero aprenden a gestionar la realidad de su hogar. Posteriormente utilizarán todo lo aprendido fuera.

Para que la adolescencia vaya lo mejor posible, y se consolide, poco a poco la identidad, es importante que haya una buena base previa. Los adolescentes necesitan poder sentirse tranquilos frente a algunas cuestiones. Esto es necesario ya que en la época de la adolescencia parece que todo se pone en cuestión.

Es normal que haya dificultades a lo largo de esos años. Sin embargo, a veces, puede ser necesario consultar. Cuando se ve que el sufrimiento del adolescente es muy grande o que hay un estancamiento. En estos casos puede venir bien una ayuda profesional de un psicólogo, que ayude a encarrilar aquellas cuestiones que quizá estaban pendientes del pasado, y que no le permiten avanzar.

Fuente: larazon.es

 

Pastillas para conseguir la felicidad

En este artículo se habla acerca de la imposibilidad de encontrar pastillas para conseguir la felicidad. Más allá de que evidentemente todo el mundo podría estar de acuerdo con este comentario, ya que píldoras que logren tal cosa suena a utopía,  el autor de tal comentario llama la atención sobre la excesiva tendencia a medicalizar y etiquetar el sufrimiento para intentar suprimirlo.

En la actualidad, desde la sociedad de consumo en la que vivimos, donde todo sucede rápidamente y parece que podemos tener todo en nuestras manos en un segundo… no hay espacio para el dolor. Parece que para poder solucionar las situaciones de sufrimiento mental habría que poner una etiqueta y por tanto tomar un tratamiento para seguir con la vida y  seguir produciendo, tomando esas inexistentes pastillas para conseguir la felicidad. En este momento, en nuestra cultura, no se permite dolerse, entristecerse, no sentirse bien. El mensaje que recibimos si encendemos la TV, vamos a cualquier librería o puesto de revistas es el de «sigue estos consejos para ser feliz».  Parecería, por tanto,  que si una persona no es feliz… es porque quiere, ya que con esas pautas es muy fácil lograrlo.

Sin embargo todo ser humano, en algunos momentos de su vida, pasará por situaciones de dolor mental, de sufrimiento, que difícilmente serán totalmente solucionadas con una lista de consejos o una medicación milagrosa que muchas veces no existe. No se trata de que haya que sufrir indefinidamente, porque este sea el destino del ser humano, sino de aprender a vivir con una dosis de frustración, de tristeza, de sufrimiento… porque irremediablemente  estas emociones nos acompañarán en alguna ocasión.

No obstante, cuando el malestar supera ciertos límites, puede ser necesario consultar, para recibir ayuda. Aquí está el enlace de cuando acudir a consulta, en adultos.

Fuente: diariodeleon.es

Depresión

FreeImages.com/Fred Fokkelman
FreeImages.com/Fred Fokkelman

El testimonio de un joven irlandés sobre la depresión que sufre desde hace años ha conmovido  en pocos días a miles de personas.

Da cuenta de la sensación que ha tenido durante años de llevar una doble vida, de tener que ocultar a los otros esa parte suya más íntima, la que tiene que ver con el dolor mental. En un acto de catarsis y de reivindicación habla de cómo ha estado viviendo durante 10 años con depresión, y ha sentido la necesidad de ocultarlo durante todo este tipo.

Hoy en día se ha normalizado el poder hablar en público de que alguien acude al psicólogo por diferentes tipos de sufrimientos: depresión, fobias, angustia, dificultades en las relaciones sexuales, obsesión… De hecho a veces se han normalizado tanto determinadas palabras que se usan a veces a la ligera, hablando de depresión cuando en realidad quizá tan sólo sea un proceso de tristeza pasajero. Sin embargo, todavía queda trabajo por hacer. No se trata de que haya que hablar con cualquiera que nos encontremos sobre nuestro  sufrimiento mental, sino de que exista la tranquilidad de poder hacerlo si uno lo considera necesario.

Para saber más sobre la depresión aquí hay un enlace a la web.

Fuente: verne.elpais.com

Hiperpaternidad con los niños y niñas

En los últimos días han aparecido diferentes noticias en torno al concepto de hiperpaternidad. Más allá de la palabra y la moda de patologizar casi cualquier comportamiento… lo cierto es que los padres y madres hoy en día se sienten muy exigidos.

En la crianza de los hijos es muy importante los modelos parentales que cada persona tiene interiorizados según su propia historia personal, ya sea para repetirlos o para no repetirlos porque se han vivido con conflicto. Además ejercen una presión también considerable los modelos de crianza que aparecen en TV, películas… donde parece que siempre se puede lograr que todo vaya fenomenal con los hijos.

A veces los padres y madres se miran a sí mismos como padres, se comparan con esos padres y madres de la TV, se comparan también con una imagen ideal de cómo deberían comportarse… y aparece el sufrimiento y la insatisfacción. Es difícil a veces tolerar esta insatisfacción, esta sensación de no poder dar todo a los hijos, de no poder acertar siempre, etc.

Para la salud de los niños a veces es necesario que se aburran, porque del aburrimiento surge la creatividad. También es útil no estar presentes en todo momento, porque eso les facilitará salir al mundo, a relacionarse con otras personas. En definitiva, que los padres y madres no pueden con todo, pero sobre todo… no deben poder con todo.

Fuente: elpais.com