Cuerpo y mente – La relación entre emociones y enfermedades

Cuerpo y mente
Diseñado por Freepik – Cuerpo y mente

La relación entre cuerpo y mente siempre ha sido un tema de debate. Hace ya mucho tiempo que dejaron de considerarse como entidades diferenciadas. La relación entre ambas es estrecha. Es tan estrecha que ni siquiera se puede diferenciar. Tal y como nos muestran en esta noticia el cuerpo influye en la mente y viceversa.

Dentro de la idea de mente, además del pensamiento, podríamos incluir las emociones. Sin embargo, todos tenemos la experiencia de cómo determinadas cuestiones físicas provocan dolor, y si esto es sostenido en el tiempo, provocarán tristeza, angustia, desazón… Al contrario también sucede. Siempre se ha dicho que cuando alguien está enamorado siente mariposas en el estómago. También aparecen dificultades intestinales si estamos muy nerviosos.

Hablar los problemas

Cuando tenemos emociones intensas, especialmente aquellas que son displacenteras, intentamos canalizarlas lo mejor posible. Una de las vías más eficaces para hacerlo es la palabra. Poder poner en palabras lo que una persona siente siempre ayuda a sentirse un poco diferente. A veces porque en la conversación con otra persona adquiere una nueva medida. Pero sobre todo, porque el mero hecho de poder hablar y pensar sobre ello, usando palabras, hace que se pueda elaborar y «sacar» un poco del cuerpo. Todo en nuestra cabeza tiene dimensiones desproporcionadas, gigantes. Y cuando se pone en palabras se toma una nueva posición, de poder hablar de ello, de poder tener una pequeña sensación de control.

No hablar los problemas puede derivar en problemas físicos

Cuando esto no se puede hacer puede haber pequeñas consecuencias a nivel físico. Diagnósticos tan comunes como el colon irritable parece que tienen que ver con esto. Todo aquello que no se habla… el cuerpo lo saca fuera pidiendo ayuda. Otro de los grandes ejemplos de esto son las crisis de ansiedad. En muchas ocasiones aparecen, además, sin motivo aparente. Pero suelen tener que ver con emociones no resueltas, no tramitadas.

Compartir con otro ser humano con las herramientas para dar forma a todo aquello que uno siente puede ser beneficioso. Para cualquier cuestión sobre este tema u otros se pueden poner en contacto a través del Formulario de María Bilbao Nogueira, Psicólogo en Bilbao.

Fuente: cosmoplug.com

 

La adolescencia

La adolescencia
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La adolescencia es una etapa de la vida sobre la que se escriben cientos de páginas.

Parece que es una época en la que todo lo que ha servido hasta ahora… ya no sirve. Esto es lo que sienten los adolescentes, y también sus padres. Los años previos a la adolescencia, están caracterizados por la importancia de la escuela y los grandes avances a nivel intelectual. Después llega la preadolescencia. Es esta una época llena de retos.

Para los chicos y chicas, es el momento de ir consolidando su identidad. Se ven más capaces, más autónomos, sienten que los adultos a su alrededor ya no tienen siempre la razón. Y por todo esto, cada vez tienen más importancia sus iguales. Este movimiento de «salir al mundo» tan exagerado a veces, tiene su razón de ser. Evidentemente todo lo biológico influye, y los y las adolescentes están a merced también de los cambios corporales de esta época. Pero es el momento para ellos de salir fuera, comprobar sus capacidades por sí mismos.

La adolescencia y la negociación

Para los padres, es un momento de constantes negociaciones. Se enfrentan a tener que negociar todo con sus hijos e hijas, que aparentemente ya no valoran su opinión. Es la época de quedarse despiertos esperándoles por la noche. A veces es complicado acompañarles en estos años, porque parece que no se dejan. Sin embargo, en realidad estos conflictos en casa siempre son una oportunidad. La manera en la que los adolescentes se enfrentan al mundo tiene que ver con cómo ha ido las cosas en casa. Primero aprenden a gestionar la realidad de su hogar. Posteriormente utilizarán todo lo aprendido fuera.

Para que la adolescencia vaya lo mejor posible, y se consolide, poco a poco la identidad, es importante que haya una buena base previa. Los adolescentes necesitan poder sentirse tranquilos frente a algunas cuestiones. Esto es necesario ya que en la época de la adolescencia parece que todo se pone en cuestión.

Es normal que haya dificultades a lo largo de esos años. Sin embargo, a veces, puede ser necesario consultar. Cuando se ve que el sufrimiento del adolescente es muy grande o que hay un estancamiento. En estos casos puede venir bien una ayuda profesional de un psicólogo, que ayude a encarrilar aquellas cuestiones que quizá estaban pendientes del pasado, y que no le permiten avanzar.

Fuente: larazon.es