Adolescencia y malestar emocional

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La adolescencia es una época compleja por la que hay que transitar un tiempo, llena de oportunidades, pero también de miedos y angustia. Últimamente se está viendo un incremento de sufrimiento psíquico en este grupo generacional, acudiendo a las consultas públicas y privadas en mayor medida que antes de la pandemia. Las razones de esta situación son diversas. En este artículo, muy interesante sobre el tema, analizan los motivos por los cuales ahora estamos viendo un mayor dolor mental en la adolescencia.

Retos adolescencia y sociedad actual

Los retos de los y las adolescentes no cambian a lo largo de la historia, siendo básicamente estos:

  • Construir su identidad.
  • Adaptarse a sus cambios corporales.
  • Crear una nueva relación con sus progenitores, más autónoma y menos dependiente.
  • Crear una red social propia, y adaptarse a los cambios y conflictos que puedan aparecer.

Estos retos, en la actualidad, vienen marcados por algunas cuestiones propias de la época que estamos viviendo. Si nos centramos, por ejemplo, en el tema de los cambios corporales, no podemos perder de vista el hecho de que estamos viviendo un mundo en el que la imagen, más que nunca, es lo más importante. Si para los y las adolescentes de épocas anteriores era ya complicado adaptarse a sus nuevos cuerpos, en la actualidad esto se hace especialmente difícil ya que hay que mostrarse al mundo todo el tiempo, por medio de las redes sociales. Es cierto que hay filtros, pero no son suficientes para calmar la angustia de tener que mostrar la mejor cara, cuando además están siendo bombardeados por imágenes de influencers, idílicas, que les indican el camino de cómo querían ser.

Si pensamos en la construcción de la identidad propia y la imagen que tienen los y las adolescentes sobre su futuro, hay que destacar la situación socioeconómica actual. El paro entre los jóvenes, la enorme exigencia de formaciones interminables antes de dar el salto al mundo laboral para ser, además, mal pagados… todo esto hace que haya miedo y angustia ante el futuro, en lugar de ilusión y esperanza.

Cómo manifiestan el sufrimiento


Todos los adolescentes no sufren igual, ya que, dependiendo de sus circunstancias vitales, pueden tolerar mejor o peor todas estas angustias. Hay ocasiones, sin embargo, en el que la angustia les desborda, y aparece un dolor mental intolerable.

Las maneras de gestionar este malestar básicamente tienen que ver con intentar sacarlo fuera o con replegarse. Cuando los y las adolescentes intentan sacar el sufrimiento psíquico hacia fuera pueden intentar asociarse con otros jóvenes e intentar cambiar el mundo, o quizá meterse en algunos líos. Así mismo, los y las que se repliegan, pueden usar dicho dolor para crear cosas (canciones, dibujos)… o caer en una tristeza mayor. Destacan especialmente los casos en los que dicho sufrimiento va unido a las autolesiones.

Cuándo pedir ayuda

En muchas ocasiones son los propios adolescentes los que piden ayuda y manifiestan querer acudir a consulta. Sin embargo, en otros momentos el dolor mental es tan grande que se quedan paralizados. Sería importante, si se tienen dudas, poder consultar para entender mejor qué está pasando y valorar la necesidad de una ayuda terapéutica.

Para cualquier cuestión sobre este tema u otros, no duden en ponerse en contacto con María Bilbao Nogueira, psicóloga en Bilbao. Puedan hacerlo a través del teléfono 653 724 653 o bien a través del formulario de contacto.

Adolescencia actual

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«Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. No se ponen en pie cuando entra una persona anciana. Responden a sus padres y son simplemente malos». Esta frase podría representar las quejas de muchos adultos sobre los y las adolescentes actuales. Sin embargo, algunas fuentes se la atribuyen a Sócrates (470 a.C – 399 a.C). Si bien no está muy claro si es cierto o no que Sócrates planteaba esto, lo cierto es que siempre ha habido y habrá quejas sobre los y las adolescentes. Indudablemente las adolescencias van tomando diferentes formas en función de la época en la que se dan, pero hay cuestiones que son comunes a esta etapa vital, y que se repiten en la historia.

Retos de los y las adolescentes

  • Construir una identidad propia. Cuando somos pequeños, durante un tiempo, puede que queramos ser como nuestros padres. Sin embargo, en la entrada de la adolescencia, se empieza a querer encontrar un camino propio. Y en muchas ocasiones los menores intentan buscar modelos lo más alejados posibles de los de sus padres. Es este un proceso en el que hay diferentes etapas, que los adultos a veces observamos con sorpresa. Pasan de unos estilos a otros rápidamente (estética, música, compañías, etc). Necesitan probar y sentirse miembros de algo que sea diferente a lo que tenían en casa, porque realmente todavía no saben qué y cómo quieren ser.
  • Construir una relación con los padres diferente a la que tenían. En la adolescencia suele haber un momento en el que se pasa de ver a la madre o padre como perfectos… a verles como humanos. Se empieza a ver en ellos defectos que antes no se veían. A veces necesitan separarse de sus padres, tomar distancia. No obstante, se hace difícil para padres y madres encontrar la distancia adecuada. Si se les deja muy a su aire, se quejan de que no se les hace caso; si se está muy encima de ellos, se quejan de que somos pesados. Por detrás de todo esto están las dos partes de los adolescentes que están luchando entre sí, los deseos infantiles y los deseos de empezar a ser adulto.
  • Adaptarse a los cambios corporales: Por si todo lo anterior no fuera poco, en la adolescencia se producen una serie de cambios corporales que dejan a los y las adolescentes muy perdidos. Ya nada es como antes. El cuerpo cambia, produce cosas que antes no tenía (granos, menstruación, crecimiento, erecciones), y a veces se vive como algo incontrolable. No es de extrañar que algunos adolescentes intenten taparlo a toda costa, poniéndose las sudaderas más grandes que encuentren.
  • Crear una red social propia, y gestionar los conflictos que puedan surgir. Hasta la adolescencia, los amigos y amigas vienen de alguna forma dados, suelen ser vecinos, compañeros de clase, etc. Sin embargo, a partir de la adolescencia se empiezan a formar otras relaciones, y surgen conflictos que los propios adolescentes tienen que resolver, porque sienten que ya no tienen que contar con el padre o la madre (salvo que les pase algo grave, por supuesto). Suele ser un momento complicado.

Cómo ayudar a los hijos e hijas en esta etapa

La adolescencia puede ser una etapa difícil para la familia, pero normalmente es una etapa que va a terminar pasando y dejando lugar a otra cosa. Se trata de estar, aguantando a veces ciertos desplantes que los y las adolescentes necesitan hacer, acompañándoles en los avatares que quieran compartir, etc.

¿Y cuándo no se logra ayudarles?

Para algunos adolescentes esta etapa es más complicada de lo normal, y tienen un sufrimiento psíquico importante. No siempre tiene que ser porque esté pasando algo muy grave. Puede ser simplemente porque se sientan sin recursos para transitar la adolescencia. Por lo comentado anteriormente, a veces es complicado para ellos y ellas dejarse ayudar por sus progenitores, puesto que esto les haría sentirse infantiles, por lo que puede ser necesaria una ayuda externa. El dolor mental de los y las adolescentes se puede expresar de diferentes formas, tanto hacia fuera (meterse en algunos líos, consumos, etc) como hacia dentro (no salir, quedarse tristes, autolesiones…). En estas situaciones puede merecer la pena consultar con algún profesional para poder acompañar tanto al adolescente como a la familia en esta etapa vitar. Para cualquier duda sobre este tema u otros, se pueden poner en contacto con María Bilbao Nogueira a través del teléfono 653 724 653, o a través de este formulario.

Adolescencia, pandemia y sufrimiento psíquico

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Estos días han aparecido en diferentes medios de comunicación algunas noticias (como ésta) informando de que actualmente el suicidio se ha erigido como la causa principal de muerte en la adolescencia, algo nunca sucedido antes. Al mismo tiempo, vemos y leemos a diario noticias sobre peleas entre adolescentes, con niveles de violencia muy altos. Deberíamos preguntarnos si hay relación entre ambas situaciones, marcadas por la violencia hacia uno mismo, o hacia los demás. Parece que sí que podrían estar relacionadas.

La pandemia ha afectado a toda la sociedad a nivel de salud mental. Pero cada persona puede exteriorizar el sufrimiento de formas diferentes.

¿Qué está sucediendo?

Los y las adolescentes han vivido el confinamiento estando en la época de la vida en la que generalmente, necesitan estar fuera de casa y socializar con sus iguales, porque lo que corresponde a su edad es poner distancia de sus padres. Sus relaciones sociales se vieron paralizadas, como las de todos, pero en un momento de la vida especialmente delicado. Si bien pasaban horas conectados a través de internet a sus amigos, ha sido muy complicado para ellos.

Al mismo tiempo, los adolescentes han sido y están siendo testigos de las dificultades económicas y laborales de sus progenitores. Esto no hace nada más que acrecentar el sufrimiento. Desde el punto de vista de los adultos, los y las adolescentes tienen toda la vida por delante, y es verdad. Pero justo en esos años de la vida es cuando nos planteamos nuestro futuro (“¿qué voy a estudiar?”, “¿encontraré trabajo?”, “¿me van a ir bien las cosas?”, “¿voy a lograr independizarme algún día?”). Las respuestas a estas preguntas siempre son complicadas cuando somos adolescentes, pero si además se le añade la situación socioeconómica actual derivada de la pandemia, lo que ocurre es que nos encontramos a muchos adolescentes con una sensación de no tener futuro.

¿Cómo manifiestan el sufrimiento?

Esta tristeza puede expresarse hacia dentro o hacia fuera. En consulta nos estamos encontrando con adolescentes bajos de ánimo, sin ganas de hacer nada, con dificultades a nivel escolar que antes no tenían, etc. Pero también nos encontramos con chavales y chavalas que para intentar aliviar un poco esa angustia están empleando mecanismos muy dañinos: se están empezando a hacer daño a sí mismos (autolesiones), o se están metiendo en peleas. Y en los casos más severos, está habiendo intentos de suicidio. Actualmente los servicios de salud mental públicos están saturados por la gran demanda general, pero en especial, las consultas de adolescentes.

Para cualquier consulta sobre este tema, pónganse en contacto a través de este formulario o a través del teléfono 653.724.653 con María Bilbao, psicólogo en Bilbao. Se pueden realizar sesiones presenciales, o también a través de videoconferencia.

Instagram y los menores

Instagram va a sacar a la luz una nueva versión para menores de 13 años. Según los responsables de dicha red social, se van a poner medidas para que no puedan entrar en contacto los mayores de edad con dichos menores. No obstante, hay otras cuestiones a tener en cuenta.

En esta noticia se ha colaborado con El Correo para explicar algunas cuestiones que habría que tomar en consideración a la hora de permitir que los menores de edad usen el Instagram.

La adolescencia

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La adolescencia es un etapa difícil de la vida. Pero… ¿para quién? ¿para los padres y madres que no saben cómo acercarse a sus hijos? ¿o para los propios adolescentes que no saben qué hacer con ellos mismos? Seguramente para todas las partes implicadas.

Cualquier tiempo pasado, ¿fue mejor?

Si echamos la vista atrás y recordamos nuestra adolescencia, seguramente nos vengan muchas cosas buenas la cabeza: la ausencia de responsabilidades (comparando con la vida adulta), los amigos, las cuadrillas, las fiestas de los pueblos, las primeras experiencias amorosas… Al pensar en cuando éramos adolescentes nos suelen venir esos recuerdos que nos hacen añorar lo que perdimos.

Pero si nos damos 5 minutos más para pensar en nuestra adolescencia, tal vez nos acordemos de otras cosas: los enfados con nuestros padres, los cambios corporales, los granos, el temor al futuro (la famosa pregunta de ¿qué quieres ser de mayor? Empieza a tener que tomar forma, en una edad en la que los chavales todavía no saben lo que quieren hacer), el miedo a no ser capaz de conseguir un trabajo, la incertidumbre sobre qué estudios elegir, etc.

A veces resulta demasiado difícil

Como vemos, en la adolescencia hay luces y sombras. Aunque a veces parece que la vida de los y las adolescentes es muy fácil, no lo es. Si tomamos contacto con los que nosotros pasamos en nuestras propias adolescencias recordaremos que es una etapa complicada.

Hay adolescentes que van pasando por estos años adolescentes poco a poco, sin estar exentos de conflictos, pero hacia delante. Para otros adolescentes este periodo es demasiado doloroso. Padres y madres muchas veces no saben qué hacer. Algunos adolescentes se ven invadidos por sentimientos de tristeza durante esta etapa de la vida, y no sabiendo qué hacer con todo lo que sienten… se repliegan (no salen, no hablan) o sacan todo el malestar hacia fuera (se meten en muchos líos). En estos casos puede ser necesaria ayuda externa, para poder entender qué es lo que está pasando y acompañar en esta transición a la vida adulta.

Sobre esta cuestión o cualquier otra no duden en ponerse en contacto a través del formulario o por teléfono, con María Bilbao, psicólogo en Bilbao.

Adolescencia: retos y dificultades

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Solemos tender a pensar en la adolescencia ya pasada como una época maravillosa. Es cierto que los años de la adolescencia son intensos y tienen muchas cosas interesantes. No obstante, no están exentos de retos y dificultades.

Tareas de la adolescencia

Los y las adolescentes tienen unos años de múltiples retos por delante.

  • Deben acomodarse a un cuerpo nuevo. Este cuerpo ya no es el cuerpo infantil. Es un cuerpo que sienten que no pueden controlar (menstruación, granos, excitaciones, enrojecimiento…). El cuerpo que poco a poco va cambiándoles puede ser vivido como algo que les enorgullece, o como algo que prefieren ocultar.
  • Establecer un nuevo tipo de relación con sus padres. Durante la infancia los padres y madres son vistos como modelos a imitar. En la adolescencia pasarán a ser justo lo contrario. Es posible que sientan incluso vergüenza en compañía de ellos. Esta tarea supone un reto para los adolescentes, pero también para sus mayores. Los adultos deben tolerar ser cuestionados permanentemente. Si padres y madres logran aguantar esta situación, pero manteniéndose lo suficientemente cerca por si les necesitan… les estarán ayudando en la siguiente tarea.
  • Contruir una red social. En esta época las amistades pasan a tener una importancia vital. Cualquier conflicto a este nivel puede ser vivido como algo irreparable, que les marcará de por vida.
  • Búsqueda de una identidad propia. En esta búsqueda suelen aparecer los ídolos a seguir. El conflicto surge si sienten que se están convirtiendo en «pringados».
  • Encontrar el punto medio entre ser dependientes de sus padres, y sentirse autónomos a otros niveles.

Sufrimientos en la adolescencia

Como vemos, la adolescencia es una etapa llena de oportunidades. Pero también es una época de posibles conflictos tanto externos como internos. Tal y como nos señalan en esta noticia los adolescentes tienen cada vez mayor problemática de tipo depresivo. Más allá de las estadísticas, que siempre son cuestionables, lo cierto es que durante la adolescencia también se sufre. Todas estas tareas antes comentadas son muy costosas a nivel emocional. Y a veces el sufrimiento interno de los y las chavalas lo canalizan «dando guerra». Hay que estar atentos a la sintomatología que puedan mostrar en esta época, porque puede ser signo de un exceso de dolor mental y una necesidad de ayuda.

Si hacemos el ejercicio de pensar de forma sincera sobre nuestra adolescencia, seguramente podamos recordar algunos de estos momentos de sufrimiento.

Para cualquier duda sobre este tema, no duden en ponerse en contacto con María Bilbao, psicólogo en Bilbao.

Fuente: infocop.es

Jóvenes, ansiedad y depresión

Photo de Negocios creado por katemangostar Adolescentes y jóvenes, ansiedad y depresión

Hay una tendencia a pensar que los jóvenes no pueden sufrir ni ansiedad ni depresión. En general todos idealizamos la adolescencia. Cierto es que es una época marcada por una sensación de libertad y de ser capaz de todo. Pero también es una edad de transición muy importante.

Tareas de la adolescencia

Los adolescentes tienen que hacer un gran duelo. Es el duelo que consiste en dejar atrás la infancia. Esto supone irse despidiendo de la sensación de estar protegido constantemente. A su vez, tienen que ir decidiendo, poco a poco, su futuro. Y todo esto lo tienen que hacer en una edad en la que su cuerpo está cambiando cada día. Es decir, con una sensación de no saber muy bien todavía quiénes son ni quiénes quieren ser. No es esta tarea fácil.

Cuándo pedir ayuda

En medio de este tránsito pueden aparecer sentimientos de ansiedad y tristeza. Esto es normal. Si echáramos la vista atrás y fuéramos honestos pensando en nuestras propias adolescencias… seguramente algo de esto recordaríamos. No es una época tan idílica. No obstante, hay ocasiones en las que esta ansiedad y/o esta tristeza son tan importantes que comprometen el desarrollo. Habría que pedir ayuda.

En esta noticia tan interesante nos plantean que tan solo la mitad de adolescentes y jóvenes que están sufriendo estos síntomas acuden al médico. Más allá de que el hecho de que el sistema esté saturado y la respuesta que muchas veces encuentran si van al médico de cabecera es tan solo medicamentosa… pero también hay un desconocimiento de cuándo pedir ayuda.

Los síntomas propios de la ansiedad serían: sensación de miedo, o inquietud; dificultades en la respiración; palpitaciones; mareos; temblores; ganas de vomitar; y diarrea o necesidad de orinar constante. Además, los propios de la depresión serían: sentimientos de vacío, tristeza, culpa; así como la falta de energía.

Cuando algunos de estos síntomas son sostenidos en el tiempo, merecería la pena consultar. Para cualquier duda relacionada con estos temas pónganse en contacto con María Bilbao, psicólogo en Bilbao.

 

 

La adolescencia

La adolescencia
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La adolescencia es una etapa de la vida sobre la que se escriben cientos de páginas.

Parece que es una época en la que todo lo que ha servido hasta ahora… ya no sirve. Esto es lo que sienten los adolescentes, y también sus padres. Los años previos a la adolescencia, están caracterizados por la importancia de la escuela y los grandes avances a nivel intelectual. Después llega la preadolescencia. Es esta una época llena de retos.

Para los chicos y chicas, es el momento de ir consolidando su identidad. Se ven más capaces, más autónomos, sienten que los adultos a su alrededor ya no tienen siempre la razón. Y por todo esto, cada vez tienen más importancia sus iguales. Este movimiento de «salir al mundo» tan exagerado a veces, tiene su razón de ser. Evidentemente todo lo biológico influye, y los y las adolescentes están a merced también de los cambios corporales de esta época. Pero es el momento para ellos de salir fuera, comprobar sus capacidades por sí mismos.

La adolescencia y la negociación

Para los padres, es un momento de constantes negociaciones. Se enfrentan a tener que negociar todo con sus hijos e hijas, que aparentemente ya no valoran su opinión. Es la época de quedarse despiertos esperándoles por la noche. A veces es complicado acompañarles en estos años, porque parece que no se dejan. Sin embargo, en realidad estos conflictos en casa siempre son una oportunidad. La manera en la que los adolescentes se enfrentan al mundo tiene que ver con cómo ha ido las cosas en casa. Primero aprenden a gestionar la realidad de su hogar. Posteriormente utilizarán todo lo aprendido fuera.

Para que la adolescencia vaya lo mejor posible, y se consolide, poco a poco la identidad, es importante que haya una buena base previa. Los adolescentes necesitan poder sentirse tranquilos frente a algunas cuestiones. Esto es necesario ya que en la época de la adolescencia parece que todo se pone en cuestión.

Es normal que haya dificultades a lo largo de esos años. Sin embargo, a veces, puede ser necesario consultar. Cuando se ve que el sufrimiento del adolescente es muy grande o que hay un estancamiento. En estos casos puede venir bien una ayuda profesional de un psicólogo, que ayude a encarrilar aquellas cuestiones que quizá estaban pendientes del pasado, y que no le permiten avanzar.

Fuente: larazon.es