En esta noticia se habla de la tristeza. Intentan explicarnos cómo en realidad el tiempo no cura las heridas provocadas por la tristeza.
Cuando una persona sufre algún tipo de pérdida, sea del tipo que sea, es lógico que se encuentre triste. Sin embargo, a veces no nos podemos hacer cargo de dicha tristeza. Las razones de esto pueden ser diversas. A veces tienen que ver con que hay que continuar con la vida sea como sea. Hay otras urgencias que atender. En otras ocasiones tienen que ver con la necesidad de acompañar a otras personas a nuestro alrededor, que aparentemente están más tristes que nosotros. Y además, a veces no nos podemos hacer cargo del dolor porque es tan grande que no logramos siquiera poder pensar en ello sin derrumbarnos.
Trabajar las emociones y la tristeza
El tiempo siempre ayuda a relativizar algunos temas. Pero tal y como plantean en esta noticia, en realidad lo que «cura» es el poder trabajar las emociones. A veces hay sufrimientos a los que no hemos podido dar forma, que vuelven en forma de síntomas. No siempre aparecen cuadros depresivos, sino que tras una pérdida no elaborada, no metabolizada, pueden aparecer síntomas de ansiedad, o incluso a veces problemas somáticos (dolores, etc).
Cuando esto sucede es importante poder consultar con un profesional. Éste nos ayudará a desenmarañar nuestra historia. Tan sólo de esta manera podremos entender las razones del malestar. Y cuando se hayan entendido las razones, habrá que poder hacer el trabajo de duelo que no se pudo hacer antes.
El duelo
El trabajo del duelo consiste en ir repartiendo la energía que teníamos relacionada con aquello perdido. En primer lugar hay que retirar dicha energía de lo perdido. Posteriormente podremos, poco a poco, reinvertir dicha energía en otros proyectos. A veces, para hacer ese trabajo, es necesaria la ayuda profesional. Un espacio seguro donde poder hablar y sentirse acogido y recogido.
Es verdad que para elaborar una pérdida es necesario tiempo, pero este tiempo debe ser un tiempo invertido en trabajo mental.
Fuente: psicopedia.org