Salud mental y era digital en adolescentes

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En este interesante artículo, hablan de los efectos en el bienestar emocional que se producen, para bien y para mal, en el mundo adolescente en función del uso de dispositivos digitales.

Influencers y búsqueda de identidad

Durante la adolescencia los y las adolescentes deben ir encontrando una identidad propia. Es este un proceso lento, que pasa por diferentes fases, y donde es importante los referentes que tengan. Si echamos la vista atrás podemos acordarnos de nuestras carpetas forradas de fotografías de personas famosas que nos parecían interesantes por diferentes motivos, y cuya estética, en muchas ocasiones, copiábamos.

El mundo digital actual, entre otras cosas, es un gran escaparate donde los adolescentes pueden encontrar esas figuras de referencia que añoran. Igual que los y las adolescentes de cualquier época, quizá vayan cambiando de referencia a lo largo de varios años.

En esta búsqueda de identidad siempre se intenta que dicha identidad, al menos en las primeras fases de la adolescencia, sea lo más alejada de los padres. Necesitan que su mundo sea propio, en el que los adultos no entremos. En muchas ocasiones nos lo dejan claro con el lenguaje, usando palabras o muletillas que no conocemos o que no son propias del mundo adulto. Y en este sentido, lo digital es perfecto para mantener esta distancia. Es un mundo que sólo controlan ell@s. ¿O no?

Cómo protegerles. Infancia digital – padres y madres digitales

Para que durante la adolescencia las influencias del mundo digital sean lo menos insatisfactorias o peligrosas posibles, se hace necesario un acompañamiento previo. Muchos adolescentes no son conscientes de que aquello que ven en sus pantallas es simplemente una buena foto de la vida de otras personas. Para muchos de estos jóvenes lo que ven en sus redes sociales es 100% real, por lo que si sus vidas no son así, se frustran.

Es importante que para cuando llegan a esta edad en la que van a estar, seguramente, mucho tiempo solos con sus smartphones (porque ya no nos van a dejar mirar lo que ven), se haya hecho un trabajo previo de ayudarles a entender lo que ven. Igual que no dejaríamos a un niño o niña de 4 años andando solo por la calle, debemos acompañarles en el mundo digital, para que cuando tengan edad de andar solos, sepan reconocer los peligros.

No hace falta que padres y madres estén a la última, pero sí que puedan acompañarles, sobre todo, en generar una buena distinción entre el mundo digital y real, así como un pensamiento crítico acerca de lo que ven. De esta forma estarán más protegidos para cuando desde las redes se les invada con mensajes dirigidos a captar su atención a fin de que realicen compras, se apunten a hacer retos, o intenten captarles para movimientos políticos. Este trabajo les ayudará, así mismo, a poder sentirse mejor con su propia realidad y consigo mismos.

Para cualquier duda sobre salud mental en adolescentes, pueden ponerse en contacto con María Bilbao Nogueira, psicólogo en Bilbao, a través de este formulario o a través del teléfono 653 724 653.

Madres y padres quieren lo mejor para sus hij@s

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Que madres y padres quieren lo mejor para sus hij@s es algo que está claro. Incluso cuando a veces se equivocan, el objetivo siempre es que a sus hij@s les vaya bien en la vida. Sin embargo, a veces es importante poder separar nuestro deseo del deseo de los y las menores. En este precioso cortometraje nos muestran una bonita historia de padre e hijo donde la rutina y las obligaciones hacen que ambos entristezcan, hasta que el padre puede escuchar el deseo de su hijo.

La infancia del padre o madre

Cuando una persona está pensando en tener hijos, aparecen muchas fantasías acerca de este tema: ¿Cómo será? ¿A quién se parecerá? ¿Lo sabré hacer bien? Entre estas fantasías siempre surge la infancia propia del adulto: «mi madre hacía esto así y me parece que fue bueno para mí», «yo no pude estudiar porque me tocó trabajar, así que si tengo hijos, estos estudiarán», «jamás gritaré, como hacía mi padre» y un largo etcétera de recuerdos que provocan una serie de deseos a la hora de enfrentarse a la paternidad o maternidad.

En el fondo siempre hay un temor a meter la pata, a hacer sufrir a los hij@s. Lo que está detrás de todo esto es el deseo de ser buen padre o madre.

Si la maternidad o paternidad se realiza en pareja, hay que aunar, además, los deseos y miedos de ambas partes.

Acompañar a los y las menores

Los y las menores van creciendo, y si todo va bien, tienen deseos y funcionamientos propios. Esto, a veces, genera malestar. No estamos hablando solamente de que no quieran estudiar magisterio como el padre o medicina como la madre, sino de cosas más sutiles que hacen enfrentarse a padres y madres, nuevamente, con su infancia. Puede resultar que la manera de enfadarse de la hija nos recuerda al padre que tanto nos hizo sufrir de pequeños; o que no le guste dibujar, algo que siempre quisimos transmitirle.

A lo largo del crecimiento a veces se pueden dar malestares tanto en los y las menores como en los adultos relacionados con este tipo de cuestiones. Se hace necesario acompañarles en su idiosincrasia, pero para esto hay que poder tener identificados aquellos elementos propios, familiares, deseos, fantasías, miedos… que permitan dejar crecer y acompañar a los menores sin invadirles con todo esto.

Para cualquier duda relacionada con este tema u otros, pueden ponerse en contacto con María Bilbao Nogueira, psicólogo en Bilbao, a través del teléfono 653 724 653 o del formulario de contacto.

Adolescencia y malestar emocional

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La adolescencia es una época compleja por la que hay que transitar un tiempo, llena de oportunidades, pero también de miedos y angustia. Últimamente se está viendo un incremento de sufrimiento psíquico en este grupo generacional, acudiendo a las consultas públicas y privadas en mayor medida que antes de la pandemia. Las razones de esta situación son diversas. En este artículo, muy interesante sobre el tema, analizan los motivos por los cuales ahora estamos viendo un mayor dolor mental en la adolescencia.

Retos adolescencia y sociedad actual

Los retos de los y las adolescentes no cambian a lo largo de la historia, siendo básicamente estos:

  • Construir su identidad.
  • Adaptarse a sus cambios corporales.
  • Crear una nueva relación con sus progenitores, más autónoma y menos dependiente.
  • Crear una red social propia, y adaptarse a los cambios y conflictos que puedan aparecer.

Estos retos, en la actualidad, vienen marcados por algunas cuestiones propias de la época que estamos viviendo. Si nos centramos, por ejemplo, en el tema de los cambios corporales, no podemos perder de vista el hecho de que estamos viviendo un mundo en el que la imagen, más que nunca, es lo más importante. Si para los y las adolescentes de épocas anteriores era ya complicado adaptarse a sus nuevos cuerpos, en la actualidad esto se hace especialmente difícil ya que hay que mostrarse al mundo todo el tiempo, por medio de las redes sociales. Es cierto que hay filtros, pero no son suficientes para calmar la angustia de tener que mostrar la mejor cara, cuando además están siendo bombardeados por imágenes de influencers, idílicas, que les indican el camino de cómo querían ser.

Si pensamos en la construcción de la identidad propia y la imagen que tienen los y las adolescentes sobre su futuro, hay que destacar la situación socioeconómica actual. El paro entre los jóvenes, la enorme exigencia de formaciones interminables antes de dar el salto al mundo laboral para ser, además, mal pagados… todo esto hace que haya miedo y angustia ante el futuro, en lugar de ilusión y esperanza.

Cómo manifiestan el sufrimiento


Todos los adolescentes no sufren igual, ya que, dependiendo de sus circunstancias vitales, pueden tolerar mejor o peor todas estas angustias. Hay ocasiones, sin embargo, en el que la angustia les desborda, y aparece un dolor mental intolerable.

Las maneras de gestionar este malestar básicamente tienen que ver con intentar sacarlo fuera o con replegarse. Cuando los y las adolescentes intentan sacar el sufrimiento psíquico hacia fuera pueden intentar asociarse con otros jóvenes e intentar cambiar el mundo, o quizá meterse en algunos líos. Así mismo, los y las que se repliegan, pueden usar dicho dolor para crear cosas (canciones, dibujos)… o caer en una tristeza mayor. Destacan especialmente los casos en los que dicho sufrimiento va unido a las autolesiones.

Cuándo pedir ayuda

En muchas ocasiones son los propios adolescentes los que piden ayuda y manifiestan querer acudir a consulta. Sin embargo, en otros momentos el dolor mental es tan grande que se quedan paralizados. Sería importante, si se tienen dudas, poder consultar para entender mejor qué está pasando y valorar la necesidad de una ayuda terapéutica.

Para cualquier cuestión sobre este tema u otros, no duden en ponerse en contacto con María Bilbao Nogueira, psicóloga en Bilbao. Puedan hacerlo a través del teléfono 653 724 653 o bien a través del formulario de contacto.

Adolescencia actual

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«Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. No se ponen en pie cuando entra una persona anciana. Responden a sus padres y son simplemente malos». Esta frase podría representar las quejas de muchos adultos sobre los y las adolescentes actuales. Sin embargo, algunas fuentes se la atribuyen a Sócrates (470 a.C – 399 a.C). Si bien no está muy claro si es cierto o no que Sócrates planteaba esto, lo cierto es que siempre ha habido y habrá quejas sobre los y las adolescentes. Indudablemente las adolescencias van tomando diferentes formas en función de la época en la que se dan, pero hay cuestiones que son comunes a esta etapa vital, y que se repiten en la historia.

Retos de los y las adolescentes

  • Construir una identidad propia. Cuando somos pequeños, durante un tiempo, puede que queramos ser como nuestros padres. Sin embargo, en la entrada de la adolescencia, se empieza a querer encontrar un camino propio. Y en muchas ocasiones los menores intentan buscar modelos lo más alejados posibles de los de sus padres. Es este un proceso en el que hay diferentes etapas, que los adultos a veces observamos con sorpresa. Pasan de unos estilos a otros rápidamente (estética, música, compañías, etc). Necesitan probar y sentirse miembros de algo que sea diferente a lo que tenían en casa, porque realmente todavía no saben qué y cómo quieren ser.
  • Construir una relación con los padres diferente a la que tenían. En la adolescencia suele haber un momento en el que se pasa de ver a la madre o padre como perfectos… a verles como humanos. Se empieza a ver en ellos defectos que antes no se veían. A veces necesitan separarse de sus padres, tomar distancia. No obstante, se hace difícil para padres y madres encontrar la distancia adecuada. Si se les deja muy a su aire, se quejan de que no se les hace caso; si se está muy encima de ellos, se quejan de que somos pesados. Por detrás de todo esto están las dos partes de los adolescentes que están luchando entre sí, los deseos infantiles y los deseos de empezar a ser adulto.
  • Adaptarse a los cambios corporales: Por si todo lo anterior no fuera poco, en la adolescencia se producen una serie de cambios corporales que dejan a los y las adolescentes muy perdidos. Ya nada es como antes. El cuerpo cambia, produce cosas que antes no tenía (granos, menstruación, crecimiento, erecciones), y a veces se vive como algo incontrolable. No es de extrañar que algunos adolescentes intenten taparlo a toda costa, poniéndose las sudaderas más grandes que encuentren.
  • Crear una red social propia, y gestionar los conflictos que puedan surgir. Hasta la adolescencia, los amigos y amigas vienen de alguna forma dados, suelen ser vecinos, compañeros de clase, etc. Sin embargo, a partir de la adolescencia se empiezan a formar otras relaciones, y surgen conflictos que los propios adolescentes tienen que resolver, porque sienten que ya no tienen que contar con el padre o la madre (salvo que les pase algo grave, por supuesto). Suele ser un momento complicado.

Cómo ayudar a los hijos e hijas en esta etapa

La adolescencia puede ser una etapa difícil para la familia, pero normalmente es una etapa que va a terminar pasando y dejando lugar a otra cosa. Se trata de estar, aguantando a veces ciertos desplantes que los y las adolescentes necesitan hacer, acompañándoles en los avatares que quieran compartir, etc.

¿Y cuándo no se logra ayudarles?

Para algunos adolescentes esta etapa es más complicada de lo normal, y tienen un sufrimiento psíquico importante. No siempre tiene que ser porque esté pasando algo muy grave. Puede ser simplemente porque se sientan sin recursos para transitar la adolescencia. Por lo comentado anteriormente, a veces es complicado para ellos y ellas dejarse ayudar por sus progenitores, puesto que esto les haría sentirse infantiles, por lo que puede ser necesaria una ayuda externa. El dolor mental de los y las adolescentes se puede expresar de diferentes formas, tanto hacia fuera (meterse en algunos líos, consumos, etc) como hacia dentro (no salir, quedarse tristes, autolesiones…). En estas situaciones puede merecer la pena consultar con algún profesional para poder acompañar tanto al adolescente como a la familia en esta etapa vitar. Para cualquier duda sobre este tema u otros, se pueden poner en contacto con María Bilbao Nogueira a través del teléfono 653 724 653, o a través de este formulario.

Adolescencia, pandemia y sufrimiento psíquico

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Estos días han aparecido en diferentes medios de comunicación algunas noticias (como ésta) informando de que actualmente el suicidio se ha erigido como la causa principal de muerte en la adolescencia, algo nunca sucedido antes. Al mismo tiempo, vemos y leemos a diario noticias sobre peleas entre adolescentes, con niveles de violencia muy altos. Deberíamos preguntarnos si hay relación entre ambas situaciones, marcadas por la violencia hacia uno mismo, o hacia los demás. Parece que sí que podrían estar relacionadas.

La pandemia ha afectado a toda la sociedad a nivel de salud mental. Pero cada persona puede exteriorizar el sufrimiento de formas diferentes.

¿Qué está sucediendo?

Los y las adolescentes han vivido el confinamiento estando en la época de la vida en la que generalmente, necesitan estar fuera de casa y socializar con sus iguales, porque lo que corresponde a su edad es poner distancia de sus padres. Sus relaciones sociales se vieron paralizadas, como las de todos, pero en un momento de la vida especialmente delicado. Si bien pasaban horas conectados a través de internet a sus amigos, ha sido muy complicado para ellos.

Al mismo tiempo, los adolescentes han sido y están siendo testigos de las dificultades económicas y laborales de sus progenitores. Esto no hace nada más que acrecentar el sufrimiento. Desde el punto de vista de los adultos, los y las adolescentes tienen toda la vida por delante, y es verdad. Pero justo en esos años de la vida es cuando nos planteamos nuestro futuro (“¿qué voy a estudiar?”, “¿encontraré trabajo?”, “¿me van a ir bien las cosas?”, “¿voy a lograr independizarme algún día?”). Las respuestas a estas preguntas siempre son complicadas cuando somos adolescentes, pero si además se le añade la situación socioeconómica actual derivada de la pandemia, lo que ocurre es que nos encontramos a muchos adolescentes con una sensación de no tener futuro.

¿Cómo manifiestan el sufrimiento?

Esta tristeza puede expresarse hacia dentro o hacia fuera. En consulta nos estamos encontrando con adolescentes bajos de ánimo, sin ganas de hacer nada, con dificultades a nivel escolar que antes no tenían, etc. Pero también nos encontramos con chavales y chavalas que para intentar aliviar un poco esa angustia están empleando mecanismos muy dañinos: se están empezando a hacer daño a sí mismos (autolesiones), o se están metiendo en peleas. Y en los casos más severos, está habiendo intentos de suicidio. Actualmente los servicios de salud mental públicos están saturados por la gran demanda general, pero en especial, las consultas de adolescentes.

Para cualquier consulta sobre este tema, pónganse en contacto a través de este formulario o a través del teléfono 653.724.653 con María Bilbao, psicólogo en Bilbao. Se pueden realizar sesiones presenciales, o también a través de videoconferencia.

Instagram y los menores

Instagram va a sacar a la luz una nueva versión para menores de 13 años. Según los responsables de dicha red social, se van a poner medidas para que no puedan entrar en contacto los mayores de edad con dichos menores. No obstante, hay otras cuestiones a tener en cuenta.

En esta noticia se ha colaborado con El Correo para explicar algunas cuestiones que habría que tomar en consideración a la hora de permitir que los menores de edad usen el Instagram.

La adolescencia

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La adolescencia es un etapa difícil de la vida. Pero… ¿para quién? ¿para los padres y madres que no saben cómo acercarse a sus hijos? ¿o para los propios adolescentes que no saben qué hacer con ellos mismos? Seguramente para todas las partes implicadas.

Cualquier tiempo pasado, ¿fue mejor?

Si echamos la vista atrás y recordamos nuestra adolescencia, seguramente nos vengan muchas cosas buenas la cabeza: la ausencia de responsabilidades (comparando con la vida adulta), los amigos, las cuadrillas, las fiestas de los pueblos, las primeras experiencias amorosas… Al pensar en cuando éramos adolescentes nos suelen venir esos recuerdos que nos hacen añorar lo que perdimos.

Pero si nos damos 5 minutos más para pensar en nuestra adolescencia, tal vez nos acordemos de otras cosas: los enfados con nuestros padres, los cambios corporales, los granos, el temor al futuro (la famosa pregunta de ¿qué quieres ser de mayor? Empieza a tener que tomar forma, en una edad en la que los chavales todavía no saben lo que quieren hacer), el miedo a no ser capaz de conseguir un trabajo, la incertidumbre sobre qué estudios elegir, etc.

A veces resulta demasiado difícil

Como vemos, en la adolescencia hay luces y sombras. Aunque a veces parece que la vida de los y las adolescentes es muy fácil, no lo es. Si tomamos contacto con los que nosotros pasamos en nuestras propias adolescencias recordaremos que es una etapa complicada.

Hay adolescentes que van pasando por estos años adolescentes poco a poco, sin estar exentos de conflictos, pero hacia delante. Para otros adolescentes este periodo es demasiado doloroso. Padres y madres muchas veces no saben qué hacer. Algunos adolescentes se ven invadidos por sentimientos de tristeza durante esta etapa de la vida, y no sabiendo qué hacer con todo lo que sienten… se repliegan (no salen, no hablan) o sacan todo el malestar hacia fuera (se meten en muchos líos). En estos casos puede ser necesaria ayuda externa, para poder entender qué es lo que está pasando y acompañar en esta transición a la vida adulta.

Sobre esta cuestión o cualquier otra no duden en ponerse en contacto a través del formulario o por teléfono, con María Bilbao, psicólogo en Bilbao.

Adolescentes y confinamiento

Los adolescentes han sido uno de los colectivos más olvidados durante el confinamiento. Los menores de 14 a 18 años han estado en tierra de nadie durante mucho tiempo. Cuando los niños pudieron salir en compañía de adultos; y los adultos podían salir para realizar ciertas actividades… nadie sabía qué pasaba con los adolescentes. La adolescencia a veces es un poco eso, estar en tierra de nadie, a medio camino entre la infancia y la vida adulta.

Diferentes circunstancias

A lo largo del confinamiento ha habido respuestas de todo tipo por parte de los adolescentes. Indudablemente en esto tiene que ver las circunstancias de cada casa. No es lo mismo ser hijo único que vivir en una casa con más hermanos. No es igual vivir con la familia que vivir en un Hogar de protección de menores. Tampoco es lo mismo convivir con una familia que más o menos tiene buena relaciones entre los miembros, que convivir con un padre o madre con discusiones continuas. Y así nos encontraríamos tantas circunstancias como personas.

Tranquilidad

En general, podríamos decir que ha habido adolescentes que han llevado sin excesivo sufrimiento este confinamiento. Acompañados de la tecnología durante muchas horas, encerrados en sus habitaciones… No podemos olvidar que para los adolescentes, su red más importante en este periodo vital, son sus iguales. Puede ocurrir que al no tener que enfrentarse a ningún tipo de conflicto o de toma de decisiones entre ellos y sus iguales… hayan podido estar tranquilos.

Angustia

Pero precisamente por el mismo motivo, ha habido muchos y muchas adolescentes que han estado con angustia durante estas semanas de confinamiento. Encerrados en sus casas, sin poder tocarse y compartir con sus iguales, la ansiedad ha ido en aumento. No han podido estar con sus iguales, tan importantes para ellos en esta etapa, teniendo que compartir 24 horas al día con aquellas personas con las que en este momento vital se tienen que pelear (padres y madres).

Todo esto unido a que legalmente han estado, como decíamos antes, en tierra de nadie. Habrá que estar atentos ahora a las consecuencias que ha podido tener para ellos.

Para cualquier consulta sobre este tema, pónganse en contacto a través de este formulario o a través del teléfono 653.724.653 con María Bilbao, psicólogo en Bilbao. Se pueden realizar sesiones presenciales, o también a través de videoconferencia.

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