Mayor visualización de problemas de salud mental

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En los últimos tiempos son cada vez más las personas conocidas que hablan de sus dificultades emocionales en televisión o redes sociales. Estamos viviendo un importante cambio a nivel social, habiendo poco a poco cada vez menos prejuicios hacia el hecho de ir a consulta.

¿Banalización del sufrimiento humano?

En algunos casos sí que vemos que tanta difusión en la redes sociales ha provocado un exceso de auto-diagnósticos. Entre la adolescencia es común encontrarnos con pacientes que acuden a consulta porque son PAS, TOC, o Asperger. Hay determinadas situaciones que han empezado a ser consideradas como algo positivo, incluso, tal es el caso del Síndrome de Asperger, por la representación en algunas series de TV de moda.

No cabe duda de que el hecho de compartir en redes sociales los diagnósticos y las características del sufrimiento psíquico tiene una función divulgativa y desdramatizadora. Sin embargo, es importante que todas aquellas personas que tienen influencia en la sociedad intenten hacer, así mismo, una labor divulgativa de la importancia de ser correctamente diagnosticado y sobre todo, acompañado por profesionales en ese sufrimiento psíquico.

Cine y salud mental

En esta noticia se habla de cómo el cine está ayudando a visibilizar algunas situaciones de malestar emocional, y cómo puede ayudar a las personas que ven dichas películas, a entender mejor lo que les pasa y poder buscar soluciones.

No cabe duda de que el cine tiene un gran poder catártico, y que hace que conectemos con nuestras emociones de una forma inconsciente en muchas ocasiones. Hoy en día existen listados de películas relacionadas con diferentes patologías. Pueden ser útiles en algunas ocasiones, pero hay que tener en cuenta que aunque el diagnóstico de dos personas pueda ser el mismo, la manera de sentirlo, expresarlo y las causas de mismo pueden ser muy diferentes.

Por poner un ejemplo, en la película «Mejor… imposible» se presenta una situación en la que el personaje interpretado por Jack Nicholson vive con un Trastorno Obsesivo-Compulsivo. El personaje de la serie «Monk», interpretado por Tony Shalhoub, vive con el mismo trastorno diagnosticado. Ambos personajes son muy diferentes, y lo que le ayuda a uno no le ayuda al otro.

Fuera de las pantallas

Fuera de las pantallas ocurre exactamente lo mismo. El cine, o las redes sociales, por tanto, tienen una importante función divulgadora acerca de diferentes experiencias vitales o situaciones de sufrimiento, pero hay que ser conscientes de sus limitaciones. Además, aunque el cine puede ser un recurso utilizado en psicoterapia, es muy útil poder hablar con el terapeuta y compartir reflexiones acerca de la película o serie que se haya visto.

Como conclusión podríamos decir que la mayor aparición de personas hablando de su diagnóstico en redes sociales o medios de comunicación puede tener un efecto divulgador y a la vez banalizador del sufrimiento psíquico. Es importante consultar con un profesional, a fin de poder encontrar la mejor manera de vivir con las cosas que nos pasan cuando sentimos que no podemos sol@s.

Para cualquier cuestión pueden ponerse en contacto con María Bilbao Nogueira, psicóloga en Bilbao, tanto en este formulario de contacto como en el teléfono 653 724 653.

¿Cuánto dura una terapia?

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Cuando una persona piensa en empezar un proceso terapéutico, ésta es una pregunta que se puede plantear. Es lógico pensar esto, porque una terapia requiere una inversión de tiempo y dinero (desgraciadamente la salud pública actual no cubre la necesidad de psicoterapia de la población). Sin embargo, no hay una respuesta fácil para la pregunta, porque depende de muchas cosas.

Los tiempos en terapia.

Vivimos en una sociedad marcada por el consumo, los objetivos, el capitalismo. En definitiva, vivimos en una sociedad en la que hay que producir. Por tanto, el tiempo utilizado en actividades de autoconocimiento o autocuidado se valora como no prioritario. Llevamos tanto tiempo funcionando así que sin darnos cuenta nosotros mismos muchas veces no priorizamos este tipo de actividades.

Los cambios en psicoterapia, en muchas ocasiones, se producen poco a poco. Cuando una persona acude a psicoterapia con algún tipo de dolor mental, lleva haciendo (o pensando) determinadas cuestiones de la misma manera durante quizá años. No es tan sencillo como decir «esto que estás haciendo no te sienta bien, hazlo de otra manera», o «no pienses eso, piensa esto otro». Este tipo de comentarios a veces ya nos los hacen la familia o los amigos. Si fuera únicamente una cuestión de fuerza de voluntad, nadie viviría la vida con sufrimiento psíquico. Los cambios profundos tienen que ver con una posibilidad de ir abriendo otras puertas en la mente a otros pensamientos que nos hagan sentirnos mejor, y que a veces, cuando sea necesario, abran la posibilidad a permitirse actuar de otra manera. Y esto no es rápido.

Proceso/s terapéutico/s.

Cuando alguien decide acudir a psicoterapia, normalmente el proceso empieza con una valoración. Las primeras entrevistas están dedicadas a conocer mejor a la persona, entender cómo ha sido su vida, cómo son sus sentimientos, sus pensamientos, etc. Tras estas entrevistas, normalmente se comparte aquellas cuestiones que se consideran importantes de cara al motivo de consulta, y se hace una propuesta de psicoterapia, con una serie de objetivos.

Lo que en muchas ocasiones hacemos los terapeutas, es ir revisando estos objetivos. Hay que darse unos meses, normalmente, antes de empezar a ver cambios. Y cuando se producen cambios, es recomendable asentarlos antes de terminar el proceso terapéutico, para que puedan ser cambios estables que perduren en el tiempo.

No obstante, a lo largo de la vida puede haber otros procesos terapéuticos. No es un fracaso tener que volver a pedir ayuda. La vida es compleja, y nos pone a veces en situaciones que no sentimos que tenemos los recursos para afrontarlas sin ayuda. No pasa nada por volver donde el mismo, u otro terapeuta.

¿Para ir a terapia hay que estar muy mal?

No es necesario tener una cantidad de sufrimiento insoportable para acudir a psicoterapia. Hay ocasiones en las que se decide acudir a psicoterapia para conocerse mejor, reflexionar sobre algún tema que nos preocupa, etc.

Para cualquier duda sobre esta cuestión, pueden ponerse en contacto con María Bilbao Nogueira, psicólogo en Bilbao, a través de este formulario de contacto, o en el teléfono 653 724 653.

«¡Vete al médico!». La enfermedad mental, todavía escondida.

Hace unos días fuimos testigos de una situación que por desgracia todavía muchas personas tienen que sufrir en silencio: la imposibilidad de compartir su dolor mental por ser ridiculizados. En pleno Congreso de los Diputados, lugar para discutir los asuntos verdaderamente importantes que nos conciernen, se hizo una broma sobre la enfermedad mental. Horas más tarde la persona responsable de ese comentario pidió perdón en sus redes sociales. Pero éste no es un caso aislado. Adjunto la noticia por si no se conoce lo ocurrido.

Algunas de las personas que sufren a causa de diferentes dificultades relacionadas con la salud mental se encuentran con un doble sufrimiento. Por una parte, su propio malestar: fobias, depresión, ansiedad, obsesiones… Por otra parte, la incomprensión por parte de algunos sectores de la sociedad. En pleno s. XXI todavía hay quien no se atreve a decir que va al psicólogo o psiquiatra. No ocurre igual con respecto a la salud física. Nos sentimos legitimados y tranquilos comentando nuestros dolores físicos con otras personas (no todos, obviamente) porque no vamos a ser juzgados de la misma forma que si hablamos del dolor mental.

Desgraciadamente, esto también se ve en consulta. Muchas personas no pueden compartir con sus seres queridos el sufrimiento. Aparece el temor a ser tomados por locos. Y esta situación tiene un efecto negativo en su malestar. El apoyo y la comprensión hace que las personas sanen sus heridas (físicas y mentales) mucho mejor. Pero la enfermedad mental, a día de hoy, sigue siendo un tema tabú.

Paralelamente a esta situación, los Centros de Salud Mental están saturados. No hay personal suficiente para atender la demanda actual, que es enorme. ¿Cómo es posible que una situación tan extendida como es el sufrimiento mental siga estando ocultada?

Cuando las personas acuden a una consulta de psicología o psiquiatría rápidamente se dan cuenta de que lo que les ocurre no es tan raro. Los profesionales que nos dedicamos a esta especialidad acompañamos el sufrimiento psíquico a diario, y somos conocedores de que muchas personas sufren en silencio, por miedo a ser juzgadas. El espacio terapéutico nunca puede ser un espacio para juzgar, sino para acompañar en el dolor y poder ayudar a sanar.

A veces algunas personas tienen dudas sobre cuándo deben acudir a la consulta de un psicólogo. De forma general, se podría decir que sería interesante acudir a consulta cuando alguien se siente mal de una forma continuada en el tiempo y las estrategias que ha intentado realizar para sentirse mejor no le han funcionado.

Para cualquier duda sobre éste u otros temas, pueden ponerse en contacto a través del Formulario de contacto o del teléfono 653.724.653

Situación de emergencia sanitaria

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Siguiendo las recomendaciones sanitarias, se suspenden las terapias presenciales. No obstante, estaré disponible para realizar las sesiones por teléfono u online.

Tener cierta ansiedad es normal teniendo en cuenta las circunstancias que estamos viviendo estos días. Sin embargo, puede que haya algunas personas que se estén viendo superadas por esta situación y necesiten la ayuda de un especialista de forma excepcional.

No duden en contactar conmigo a través de mi teléfono 653.724.653 o a través del correo electrónico contacto@psicologomariabilbao.es

Niños y niñas en los parques

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Hace unos días se hizo viral un vídeo de unos niños y niñas jugando en un parque de Bilbao. Se hizo viral rápidamente por el conflicto que mostraba. Hubo diferentes interpretaciones del mismo.

Lo cierto es que los conflictos en los parques son habituales. A veces se producen entre los niños y niñas, y a veces… incluyen a los padres y madres. En esta noticia se expone una especie de decálogo sobre lo que hay que hacer en este tipo de situaciones.

La importancia del juego en los niños

Para los niños, el parque es un espacio para «jugar», como ellos manifiestan. Sin embargo, no solamente es eso. A través del juego los pequeños aprenden cosas tanto o más importantes que las de la escuela. Es más, es necesario poder jugar para que se den los aprendizajes escolares.

Un ejemplo fácil de entender en este sentido sería el de un niño que no sabe perder. A lo largo de la vida tenemos el deber de mostrar a nuestros hijos que existen los límites. Pero no solamente los límites en el sentido normativo. También los límites en el sentido de que no podemos hacer todo. Estamos limitados. Habrá cosas que se nos den bien… y otras que no tanto. Esto se puede transmitir en muchas situaciones de la vida. El juego es una de ellas. Cuando jugamos con nuestros hijos e hijas podemos mostrarles esto. Tan solo de esta manera se consigue que puedan aceptar perder. Perder supone aceptar una cierta fragilidad, natural en todo ser humano. Los niños que no saben perder tampoco pueden aprender en la escuela. ¿Por qué? Aprender supone aceptar que uno no lo sabe todo, y que necesita del otro para saber.

Cuando los niños y niñas juegan adquieren una cantidad de capacidades tan necesarias para la vida como las matemáticas. El juego en compañía supone una oportunidad para reconocer las emociones propias y ajenas, para conocer los límites del cuerpo, para desarrollar la fantasía… y un largo etcétera.

El papel de los padres y las madres

La psicología infantil nos ha mostrado que padres y madres son importantísimos en el juego de los menores. Cuando juegan con ellos hacen de ejemplo, acompañan, recogen las emociones que surgen en el juego…

Y su presencia en los parques es fundamental para los niños. Niños y niñas, sobre todo cuando son pequeños, necesitan la mirada del adulto. Aunque estén jugando con otros niños, demandarán que su aita o ama les mire. Esto es algo natural, ya que quieren compartir sus avances y capacidades con los adultos. A veces es difícil para los padres encontrar el punto medio de interés y de dejarles a su aire. Los padres deben ser un apoyo para que el menor vaya, poco a poco, siendo cada vez más autónomo.

No obstante cada edad es diferente. Los niños muy pequeños, aunque estén en el parque, requerirán del apoyo constante de los adultos. A medida que van cumpliendo años pueden compartir más cosas con otros niños. No podemos esperar que un peque de 2 años quiera compartir sus juguetes. Si lo hace, será porque se lo pedimos o porque quiere el juguete de otro niño y acepta un intercambio.

Dentro de esos avances necesarios en el desarrollo de los menores está la capacidad de resolver conflictos. No hay que asustarse de que los niños y niñas discutan en el parque. O que incluso se peguen. Están construyendo sus límites, incluso corporales, y van probando diferentes cosas. De hecho hay edades donde los juegos con cierta violencia son habituales y necesarios. Es ésta una violencia controlada, con normas que ponen los propios niños, y que el que se pase… es expulsado del grupo. Juegos como el campo quemado es un ejemplo de ello. Si resolvemos cada situación difícil de nuestros hijos no estaremos apoyando su crecimiento, sino que estaremos haciendo que sigan siendo dependientes de nosotros, y se sientan vulnerables.

Fuente: elnortedecastilla.es

Para cualquier consulta sobre este tema, u otros, se pueden poner en contacto a través de este formulario en la web de María Bilbao, psicólogo infantil en Bilbao.