Una de las adicciones actuales sería la adicción a los videojuegos. Es ésta un tipo de adicción que puede pasar inadvertida, pero que sin embargo puede tener consecuencias para la salud.
Hay que diferenciar, como cuando se habla de las sustancias, el uso, del abuso, y la dependencia.
Un uso de los videojuegos no tiene por qué ser algo negativo. Es más, puede incluso tener algunos efectos positivos.
Cuando preocuparnos de la adicción a los videojuegos
Debemos empezar a preocuparnos cuando sentimos que el juego invade la vida del niño o del adolescente. En este momento las horas del día pasarán como el tiempo necesario hasta volver a poder jugar. Muchos chicos y chicas, hombres y mujeres, los usan para desconectar de las preocupaciones cotidianas.
No es cuestión de demonizar los videojuegos. Sin embargo, sí que hay que prestar atención a los juegos a los que juegan los hijos. Y al igual que sucede con la televisión… no usarlos en exceso como acompañantes de los niños y niñas mientras los adultos hacen otras tareas.
Niños y niñas necesitan salir y jugar. Usa el cuerpo para descargar. Y por supuesto, necesitan poder contactar con otros niños y niñas. Cuando se juega a videojuegos nunca se sabe quién está al otro lado del ordenador. Puede ser uno niño o niña… o un adulto. Además relacionarse con los iguales es vital en la infancia para adquirir capacidad para resolver los retos vitales. Poder tolerar las frustraciones, negociar, etc.
Y por supuesto, los niños y las niñas requieren tiempo con sus padres. Como se suele decir es importante que el tiempo que pasen sea de calidad. También se puede jugar con los hijos a los videojuegos. En cualquiera de los casos, como sucede cuando hablamos del uso de la TV, es importante que haya tiempos para hablar. La palabra, más que la imagen, ayuda a construir el psiquismo de los niños y niñas. Es necesario que haya un adulto para poder poner palabras a las imágenes que a veces ven los niños de manera trepidante.
Fuente: huffingtonpost.es