En esta noticia se hace un análisis sobre el uso de antidepresivos en niños y adolescentes. Según la publicación, en la que se comparaban diferentes estudios, parecería que los beneficios del uso de antidepresivos en casos de depresión de niños y adolescentes podrían estar sobrevalorados. Entre otras cosas porque gran parte de los estudios están financiados por las compañías farmacéuticas.

Medicalizar el dolor mental

Hay una enorme tendencia a medicalizar. El dolor físico parece que debe ser intolerable, por lo que en la actualidad hay medicamentos para casi cualquier cosa. Lo mismo sucede en el dolor mental, que cada vez es menos soportable en esta sociedad, y en el caso de la depresión, se utilicen antidepresivos en niños y adolescentes. Parece que el consumo y la producción son lo más importante, por lo que no podemos parar para sentir el dolor. Esta tendencia a medicalizar hace que quizá en ocasiones se pauten medicamentos cuando el paso del tiempo hará que la sintomatología se reduzca.

Valorar el uso de antidepresivos en niños y adolescentes

Cuando todo se trata de la misma manera,  se terminan banalizando las situaciones que realmente requieren más atención y cuidado. Si se da antidepresivos a tantas personas, parece que es que casi todo el mundo sufre de depresión. Sin embargo, la depresión, aunque tiene diferentes grados, es una situación seria que requiere cuidados. A veces puede ser necesaria y fundamental la ayuda medicamentosa, para poder empezar a pensar. No obstante, lo fundamental es la realización de una valoración de la situación y un trabajo terapéutico. La toma de cualquier medicamento tiene una serie de efectos secundarios añadidos que hay que tener en cuenta.

Los niños y los adolescentes también sufren. A veces, la urgencia y la desesperación de los padres puede facilitar que se terminen pautando antidepresivos en niños. Sin embargo, cuando un niño o niña o un adolescente están pasando por un estado depresivo, es importante analizar las razones antes de tomar ninguna determinación sobre el tratamiento a prescribir, sea farmacológico o psicoterapéutico.

Fuente: infocop.es