La dificultad de decir NO a los hijos

¿Es dificil decir NO a los hijos?
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Muchos padres y madres se enfrentan de manera cotidiana a una dificultad: Decir NO a los hijos.

¿Es tan difícil decir NO a los hijos?

Esto es algo que parece fácil de decir. Sin embargo, se convierte en algo complicado de hacer. Sobre todo últimamente. Vivimos en la era de tener que lograr todo de manera inmediata. Parece que esto puede ser posible gracias a los logros tecnológicos. Estamos acostumbrados a cambiar las cosas en cuanto se estropean. Tampoco está bien visto dolerse por algo. Parece que hay que estar feliz en todo momento. Esto concuerda con la naturaleza humana. Los seres humanos intentamos lograr siempre el máximo de placer con el mínimo de esfuerzo y sufrimiento posible. Por eso nos cuesta decirnos a nosotros mismos que no en muchas ocasiones.

Decir NO a los hijos es necesario.

Sin embargo, sabemos que hay que hacerlo. No podemos tener todo. Y lograr decir no a los hijos e hijas es un asunto aún más complicado. Pero es absolutamente necesario para que niños y niñas se sientan bien. Cuando decimos que no a un niño, le estamos transmitiendo muchas cosas.

Le estamos transmitiendo que todo no se puede. Esto le ayudará en el futuro, cuando se tenga que enfrentar a situaciones que le demuestren que todo no se puede lograr.

A su vez, le estamos transmitiendo que él no puede todo. Le estamos librando de esa omnipotencia con la que los niños y las niñas nacen. De esta manera, cuando algo malo suceda, él sabrá que a veces es necesario pedir ayuda, porque uno no puede con todo.

Es importante poderles poner límites. Los límites estructuran la mente. Y los límites generan una serie de rutinas que son necesarias tanto para manejarse en la sociedad, como para la estabilidad interna. Sabemos que es complicado hacerlo, pero en realidad les estamos ayudando cuando lo logramos.

Para mayor información no duden en ponerse consultarnos sin ningún compromiso a través del formulario de María Bilbao, tenemos nuestra consulta de psicólogo en Bilbao.

Fuente: psyciencia.com

 

 

Razones para acudir a terapia

Las razones  para acudir a terapia pueden ser muchas y muy diversas. A veces tienen que ver con un sentimiento de infelicidad o de no encontrarse bien; pero no es necesario que aparezca este tipo de sentimientos para que una persona se pueda animar a acudir a consultar con un terapeuta.

Cuando acudir a terapia

En general se podría recomendar acudir a consulta, al menos para realizar una primera evaluación, en estas situaciones:

– Cuando se ha vivido una pérdida que se siente que no se logra superar.

– Cuando aparecen actos de tipo compulsivo, incontrolables. O pensamientos obsesivos, igualmente fuera de control.

– Cuando se vive con miedo, con sentimientos catastrofistas.

– Cuando uno siente demasiada tristeza, sostenida en el tiempo.

– Cuando la ansiedad o las manifestaciones corporales de la ansiedad (angustia) dificultan la vida.

Normalmente las personas esperan un tiempo con este tipo de síntomas antes de acudir a terapia y consultar a un profesional. En este tiempo se pueden intentar diferentes tipos de soluciones. Sin embargo, si se ve que nada funciona… podría ser interesante realizar una valoración.

Que es un terapeuta

El terapeuta es la persona encargada de analizar cuáles pueden ser las causas de tal situación, en función de cada persona en particular. Para ello se hace necesario conocer parte de su historia de vida, sus relaciones personales, sus expectativas, sus miedos… a fin de entender mejor cuáles han sido las razones de que aparecieran dichos síntomas.

Hay muchos mitos sobre la figura de psicólogo, de los cuáles nos presentan algunos en este artículo adjuntado al final. A veces estos mitos tienen que ver con el miedo que se puede tener ante la posibilidad de iniciar un tratamiento: «el tiempo cura todo»; «es mejor tomar medicación», etc.

Sin embargo, un psicólogo es un profesional que nos va a intentar ayudar en el proceso de conocernos mejor, de entender las razones que nos están haciendo sufrir, y si bien no se pueden cambiar las vivencias personales, si la manera de sentirlas y recordarlas. Para ello los psicólogos se adaptan al ritmo de los pacientes, sin forzar nada, acompañándoles en todo el proceso y abriendo nuevas vías de pensamiento.

No es necesario tener ningún síntoma antes mencionado para plantearse acudir a terapia con un terapeuta. A veces se puede querer consultar para conocerse mejor. Solamente conociendo cuáles son nuestras vulnerabilidades o cuestiones que nos general conflicto nos hacemos fuertes.

Fuente: activaymente.es