Las razones para acudir a terapia pueden ser muchas y muy diversas. A veces tienen que ver con un sentimiento de infelicidad o de no encontrarse bien; pero no es necesario que aparezca este tipo de sentimientos para que una persona se pueda animar a acudir a consultar con un terapeuta.
Cuando acudir a terapia
En general se podría recomendar acudir a consulta, al menos para realizar una primera evaluación, en estas situaciones:
– Cuando se ha vivido una pérdida que se siente que no se logra superar.
– Cuando aparecen actos de tipo compulsivo, incontrolables. O pensamientos obsesivos, igualmente fuera de control.
– Cuando se vive con miedo, con sentimientos catastrofistas.
– Cuando uno siente demasiada tristeza, sostenida en el tiempo.
– Cuando la ansiedad o las manifestaciones corporales de la ansiedad (angustia) dificultan la vida.
Normalmente las personas esperan un tiempo con este tipo de síntomas antes de acudir a terapia y consultar a un profesional. En este tiempo se pueden intentar diferentes tipos de soluciones. Sin embargo, si se ve que nada funciona… podría ser interesante realizar una valoración.
Que es un terapeuta
El terapeuta es la persona encargada de analizar cuáles pueden ser las causas de tal situación, en función de cada persona en particular. Para ello se hace necesario conocer parte de su historia de vida, sus relaciones personales, sus expectativas, sus miedos… a fin de entender mejor cuáles han sido las razones de que aparecieran dichos síntomas.
Hay muchos mitos sobre la figura de psicólogo, de los cuáles nos presentan algunos en este artículo adjuntado al final. A veces estos mitos tienen que ver con el miedo que se puede tener ante la posibilidad de iniciar un tratamiento: «el tiempo cura todo»; «es mejor tomar medicación», etc.
Sin embargo, un psicólogo es un profesional que nos va a intentar ayudar en el proceso de conocernos mejor, de entender las razones que nos están haciendo sufrir, y si bien no se pueden cambiar las vivencias personales, si la manera de sentirlas y recordarlas. Para ello los psicólogos se adaptan al ritmo de los pacientes, sin forzar nada, acompañándoles en todo el proceso y abriendo nuevas vías de pensamiento.
No es necesario tener ningún síntoma antes mencionado para plantearse acudir a terapia con un terapeuta. A veces se puede querer consultar para conocerse mejor. Solamente conociendo cuáles son nuestras vulnerabilidades o cuestiones que nos general conflicto nos hacemos fuertes.
Fuente: activaymente.es