Durante la infancia, y durante toda nuestra vida, las celebraciones tienen mucha importancia. Celebrar siempre consiste en reunirse con los seres queridos por algún motivo.
En esta noticia nos alertan de que hoy en día las celebraciones están siendo bastante exageradas. Para un niño o niña es importante celebrar su cumpleaños. Sin embargo, eso no quiere decir que la manera de celebrarlo termine siendo más importante que el motivo de la celebración. Txikiparks, lasergunes, alquilar locales… son más bien actos sociales. Actualmente se está perdiendo la esencia de las celebraciones.
La importancia del cumpleaños, no de las celebraciones.
Padres y madres se vuelven locos por que sus hijos e hijas tengan las mejores fiestas. En muchas ocasiones haciendo un sobre-esfuerzo económico sin sentido. Hay una exigencia de mantener el nivel de los demás a la hora de organizar la fiesta. Por eso algunos padres y madres actualmente están haciendo fiestas conjuntas. Es difícil poder pagarlo si hay que invitar a toda la clase.
Es importante tener en cuenta lo que estamos transmitiendo a los niños y las niñas de esta manera. Les estamos lanzando el mensaje de que hay que hacer todo como los demás, o mejor. No tolerarán, por tanto, el fracaso. También les estamos transmitiendo la idea de que o se invita a todo el mundo o a ninguno. Es decir, que no les estamos permitiendo elegir. De esta forma, tampoco es tolerable el no ser invitado a una celebración. Por tanto… el no ser elegido acaba siendo un drama familiar. Y por supuesto… está muy presente la imagen hacia el exterior, transmitir una imagen de tener las mejores fiestas, etc.
Los cumpleaños «de antes».
Las celebraciones más íntimas, como se hacían antes, iban más en esta línea. Había que elegir a quién se invitaba. Uno estaba invitado a los cumpleaños de sus mejores amigos… pero no a los de otros. Así es la vida, estaremos excluídos de unas relaciones e incluídos en otras. Y algo que plantea la entrevistada de esta noticia es muy interesante. En las celebraciones más privadas… está claro cuál es el objetivo de juntarse. Estaba claro quién era el homenajeado. No es así en la actualidad.
Esta manera actual de afrontar este tipo de eventos no están inconexas con la manera en la que nuestros hijos se enfrentarán al mundo. Es importante replantearse qué es lo que queremos transmitirles.
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Fuente: deia.com