La infancia y las celebraciones

Las celebraciones de cumpleaños
Diseñado por Freepik – Las celebraciones de cumpleaños

Durante la infancia, y durante toda nuestra vida, las celebraciones tienen mucha importancia. Celebrar siempre consiste en reunirse con los seres queridos por algún motivo.

En esta noticia nos alertan de que hoy en día las celebraciones están siendo bastante exageradas. Para un niño o niña es importante celebrar su cumpleaños. Sin embargo, eso no quiere decir que la manera de celebrarlo termine siendo más importante que el motivo de la celebración. Txikiparks, lasergunes, alquilar locales… son más bien actos sociales. Actualmente se está perdiendo la esencia de las celebraciones.

La importancia del cumpleaños, no de las celebraciones.

Padres y madres se vuelven locos por que sus hijos e hijas tengan las mejores fiestas. En muchas ocasiones haciendo un sobre-esfuerzo económico sin sentido. Hay una exigencia de mantener el nivel de los demás a la hora de organizar la fiesta. Por eso algunos padres y madres actualmente están haciendo fiestas conjuntas. Es difícil poder pagarlo si hay que invitar a toda la clase.

Es importante tener en cuenta lo que estamos transmitiendo a los niños y las niñas de esta manera. Les estamos lanzando el mensaje de que hay que hacer todo como los demás, o mejor. No tolerarán, por tanto, el fracaso. También les estamos transmitiendo la idea de que o se invita a todo el mundo o a ninguno. Es decir, que no les estamos permitiendo elegir. De esta forma, tampoco es tolerable el no ser invitado a una celebración. Por tanto… el no ser elegido acaba siendo un drama familiar. Y por supuesto… está muy presente la imagen hacia el exterior, transmitir una imagen de tener las mejores fiestas, etc.

Los cumpleaños «de antes».

Las celebraciones más íntimas, como se hacían antes, iban más en esta línea. Había que elegir a quién se invitaba. Uno estaba invitado a los cumpleaños de sus mejores amigos… pero no a los de otros. Así es la vida, estaremos excluídos de unas relaciones e incluídos en otras. Y algo que plantea la entrevistada de esta noticia es muy interesante. En las celebraciones más privadas… está claro cuál es el objetivo de juntarse. Estaba claro quién era el homenajeado. No es así en la actualidad.

Esta manera actual de afrontar este tipo de eventos no están inconexas con la manera en la que nuestros hijos se enfrentarán al mundo. Es importante replantearse qué es lo que queremos transmitirles.

Para cualquier otra cuestión no duden en ponerse en contacto con María Bilbao, tenemos nuestra consulta de psicología y psicoterapia en Bilbao.

Fuente: deia.com

La imposibilidad de hacer todo

la imposibilidad de hacer todo
Diseñado por Freepik

El ser humano está enfrentado permanentemente a una realidad, la imposibilidad de hacer todo. No podemos hacer todo, no podemos tener todo. Si bien estamos viviendo en un momento social en el que parece que es posible hacer de todo, y la vez… nos vemos confrontados con la realidad siempre que intentamos vivir bajo esta ilusión. En esta noticia nos muestran los cambios cerebrales que se producen cuando estamos intentando hacer varias cosas a la vez. Si bien puede haber una determinada sensación de bienestar… también aumenta la ansiedad.

La imposibilidad de hacer todo aunque deberiamos

Parece que deberíamos tener todo. Cuando algo se rompe hay que sustituirlo inmediatamente. También parece que deberíamos ser capaces de hacer de todo. Si uno ve cualquier serie de TV o programa, parece que los días de los y las protagonistas tienen más de 24 horas. Les da tiempo a descansar, ir al gimnasio, cocinar, cuidar de los hijos, trabajar, dormir, y un largo etcétera. Pero todos tenemos la experiencia de que esto no es posible. Sin embargo, es un anhelo humano el intentar lograr tener todo.

Intentar lo imposible

De hecho lo intentamos permanentemente. Las personas trabajan mientras están atentos a su teléfono móvil, el cual les permite controlar sus cuentas bancarias, hacer la lista de la compra, quedar con los amigos… Y a pesar de todo no se da a basto. El ser humano tiene límites.

No hay sentimiento más doloroso que el de saber que no se puede con todo. Nos hace enfrentarnos a una emoción: la pérdida. Para intentar evitar este sentimiento las personas son capaces de cualquier cosa, de hacer esfuerzos enormes. Sin embargo, no es posible vivir sin enfrentarse a cada rato con la sensación de que no todo es posible. Por muchos aparatos electrónicos que nos vendan, programados para que seamos «multitarea»… no lo lograremos. Si los propios ordenadores tienen un tope de cosas que pueden hacer a la vez… ¿por qué las personas no lo íbamos a tener?

Fuente: lasprovincias.es

La hiperactividad en los tiempos que corren

La hiperactividad en los tiempos que corren
Diseñado por Freepik

La hiperactividad ha pasado a ser un tema recurrente en los tiempos que corren. Muchos padres se preguntan si sus hijos o hijas son hiperactivos. Hay mucha información contradictoria sobre la hiperactividad en medios de comunicación, foros de internet y páginas web.

Para saber un poco más sobre este tema adjunto el enlace a la sección de la web.

La hiperactividad y nuestra forma de vivir

Sin embargo, pocas veces se hace un análisis en el que se incluya al medio como hiperactivo. Si ponemos nuestra atención en cómo transcurren los acontecimientos en la actualidad, veremos que vivimos en un estado de cambio frenético. Tal y como nos muestran en este artículo, la instantaneidad y la rapidez dominan nuestra civilización.

Hoy en día, y desde un tiempo a esta parte, todo pasa rápidamente por nuestras manos. Se habla mucho de la celeridad del mundo virtual, donde internet se ha convertido en una respuesta inmediata a muchas cuestiones. No obstante, esta rapidez no solamente está presente en lo tecnológico.

El tiempo tiene que ver con la producción. Esta es la relación que domina nuestra civilización. Hay que hacer todo rápido, para poder hacer más cosas (producir). Comida rápida, gimnasios expres, zapping… No sin consecuencias. Cada vez hay más casos de problemas cardíacos, stress, ansiedad, angustia…

La necesidad de la pausa

No obstante, los seres humanos necesitamos otro ritmo para poder procesar lo vivido. Los tiempos internos deberían ser más largos. Todos hemos tenido la experiencia de desear algo, anhelarlo, fantasear con tenerlo, y lograr obtenerlo. En esos momentos de fantasear es cuando tenemos ideas, cuando pensamos, cuando analizamos la situación. Pero en los tiempos que corren (y corren mucho) no se logra tolerar ese vacío de no tener algo y tener que esperar para conseguirlo. Se pasa muchas veces rápidamente de desear a obtener. Y además estamos viviendo inundados por mensajes que nos dicen que deberíamos tener muchas cosas (no solamente objetos materiales), pero al instante siguiente deberíamos tener otras.

Esta manera de relacionarnos en el mundo, lógicamente, tiene consecuencias también en la crianza de los hijos. En este contexto parece difícil poder transmitirles a los niños y niñas lo necesario de la espera. Sin embargo… solamente cuando hay un vacío, cuando algo no se tiene, es cuando el ser humano crea, imagina y piensa.

Fuente: lavanguardia.com

Ansiedad y olvidos

Ansiedad y olvidos
Autor: FreeImages.com/Julia Freeman-Woolpert

En esta noticia nos hablan de algo que puede suceder cuando hay ansiedad, los olvidos. Ansiedad y olvidos en este artículo lo mencionan como un trastorno. que no sería nada más que una consecuencia de la ansiedad. Parece que cuando a un síntoma le damos la categoría de patología esto es tranquilizador. De esta manera ya sabemos lo que tenemos. Es importante mirar más allá.

Ansiedad y olvidos

Olvidarse cosas cuando una persona sufre de ansiedad es algo esperable. Cuando alguien vive en estas condiciones tiene una sensación de estar en alerta constante. Lógicamente, cuando estamos en alerta, no podemos prestar atención. Y por tanto, aquello a lo que no hemos logrado atender… se olvida. Ansiedad y olvidos van de la mano en estos casos.

Unen esta incapacidad para recordar cuestiones con un aspecto muy interesante. Mencionan en el artículo que hay, en la actualidad, un deseo de poder hacer todo a la vez. Este deseo surge, según los autores, de mensajes que recibimos a nivel social de que esto es posible. Sí que vivimos en una sociedad donde parecería que podemos hacer de todo, podemos tener todo. Estos mensajes calan en nosotros porque no hay nada más doloroso para                                                                                       el ser humano que sentir que tiene límites.

Los límites de la realidad

La realidad es que nunca podemos tener todo, ni hacer todo. El tiempo, la vida, el cuerpo… todo nos pone límites. Límites que por otro lado son necesarios, ya que nos ayudan a poner orden al pensamiento.

Los olvidos también son un límite que nuestra mente nos pone a la idea, poco realista, de que podemos retener todo. Esto es difícil de aceptar, sobre todo cuando uno enciende la TV y ve anuncios de todo tipo de vitaminas para poder hacer un montón de cosas en 24 horas. Es decir, hay un ideal de cómo deberíamos ser, que aparece en medios de comunicación, que conecta con lo que a todos nos gustaría, que es lograr hacer todo. Pero este ideal en realidad es muy poco factible, por lo que a veces aparece sufrimiento.

Si además una persona sufre de ansiedad, es muy lógico que haya olvidos. Sería importante, cuando aparecen este tipo de síntomas, hacer un análisis de cuáles son las causas, para poder abordarlo de la manera más adecuada.

Fuente: elpais.com