El duelo es el proceso de adaptarse a la vida tras una pérdida.
Aunque normalmente cuando se habla de duelo siempre se hace referencia al duelo por el fallecimiento de un ser querido, las pérdidas que una persona puede sufrir pueden ser diversas. Hay personas que sienten un profundo dolor por la pérdida de su patria. Personas que han tenido que migrar, requieren un tiempo de adaptación al nuevo lugar. También se puede sufrir por la pérdida de una relación, ya sea de pareja, de amistad… Por supuesto se puede hacer un proceso de duelo por la pérdida de un empleo. Así mismo se sufre cuando se pierde un proyecto donde uno tenía puestas muchas expectativas.
Se ha hablado mucho de las fases del duelo: negación, ira, negociación, tristeza y aceptación. En realidad no tienen por qué manifestarse como fases propiamente dichas. Hasta que uno logra reponerse de una pérdida, se pueden tener todos esos sentimientos a la vez, a ratos, dependiendo del día…
El duelo requiere de mucha energía, de hecho se suele hacer referencia al duelo como «trabajo del duelo». Para poder sobreponerse a la nueva situación debemos, poco a poco, poder quitar parte de la energía que antes invertíamos en esa persona, proyecto… y poder invertirla en otras cuestiones, otras personas, otros proyectos. No es un trabajo fácil.
A veces puede ser útil la ayuda de un profesional para poder hacer este trabajo del duelo. Esto puede ser especialmente beneficioso cuando se siente que no se avanza, que se lleva mucho tiempo sufriéndolo.
Fuente: elmundo.es