Comienzo del curso escolar
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Estas pasadas semanas han sido el comienzo del curso escolar. Algunos inicios son más complicados, sobre todo si hay muy pequeñines en la casa.  La adaptación es complicada para niños y niñas, y para los aitas y amas. Pero en cualquier caso es una etapa de muchas posibilidades.

Cualquiera que sea la edad de los niños y niñas, empezar un nuevo curso supone nuevos retos. O bien toca cambiar de andereño. También puede pasar que se comience un nuevo ciclo. Además es posible que haya muchos cambios entre los compañeritos de clase. Esto hace que lógicamente estas primeras semanas niños y niñas estén más nerviosos.

El comienzo del curso y los padres

En este proceso los aitas y amas pueden posicionarse de muchas maneras. Pueden transmitir entusiasmo. Pero también pueden transmitir sus propios nervios. Tal vez a veces su propio stress. Es muy necesario que los niños y niñas perciban que sus padres está tranquilos en el comienzo del curso escolar. Solo de esta manera ellos podrán enfrentarse al nuevo curso de la mejor forma posible. También sería conveniente fomentar la ilusión de aquello que está por venir. Los niños deben percibir sus logros con respecto a otras etapas pasadas. Además sería útil mostrarles aquello que está por venir, las nuevas cosas que van a poder hacer.

A veces transmitir calma a los hijos se hace difícil. Las primeras semanas en el comienzo del curso padres y madres están bombardeados de notas del colegio, reuniones, cambios, etc. Sin embargo, es importante no transmitir toda esta ansiedad (normal) a los hijos.

Las extraescolares

Por otro lado, aunque pueda haber mucha ilusión, es importante ser realista. Esto es, si los niños van a clase hasta las 17.00 quizá no sea lo más adecuado que tengan 3 actividades extraescolares. Debe haber tiempo para que después de clase puedan descansar un rato, hacer los deberes, y pasar un tiempo con los adultos. Esto se hace complicado si se llega a casa a las 20.00 todos los días. Quizá a veces sea mejor prescindir de muchas actividades extraescolares, que añadan más stress tanto a los padres como a los hijos.

Una de las cosas más importantes que los padres y madres pueden hacer por sus hijos es pasar tiempo «de calidad» con ellos. No se trata de que el único rato del día en el que se coincide con ellos esté invadido por las prisas, y por tanto los enfados.

A veces, si aparecen dificultades importantes en la escuela, puede ser necesario consultar con un profesional. Quizá así se pueda entender mejor de dónde viene el dolor mental del niño o niña, que hace que fracase en el colegio.