Por qué niños y niñas deben aburrirse

En esta noticia nos informan de la necesidad de que los niños y las niñas se aburran. El aburrimiento genera una sensación de vacío, que no gusta ni a grandes ni a pequeños. Y sin embargo… es absolutamente necesario.

El aburrimiento en los niños
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En la sociedad actual se valora mucho el estar activo. Hay que estarlo, para producir. Y para poder llegar a todo, tener todo. Este mandato que tanto nos complica la vida a los adultos… estamos repitiendo con nuestros hijos.

La sobreestimulación no es buena

Da la sensación de que si un niño o niña no hace idiomas, deporte, alguna actividad artística programada… no va a ser un adulto de provecho. Y sin embargo, lo que se está logrando es que niños y niñas estén sobreestimulados. Si nosotros no podemos llegar a todo, ellos tampoco lo lograrán. ¿Cómo van a rendir en lo académico con las agendas que tienen? Llegan agotados a casa después de toda esa actividad. Está claro que esto se hace a veces necesario ante la imposibilidad de los padres de compaginar sus horarios con los de los niños. Y además está el deseo de darles lo mejor. Pero se confunde dar lo mejor con dar todo. Dar todo nunca es posible, lo mismo que llegar a todo tampoco lo es. 

Aburrimiento y creatividad

Se hace necesario generar tiempos para el aburrimiento. Del aburrimiento absoluto surge la creatividad. Un niño o niña que se aburre tendrá una de las mejores experiencias posibles, la de crear algo. Tendrá que inventarse algo para poder entretenerse. Y esto siempre es positivo. Mucho más que el exceso de actividades y de estímulos. Si echamos la vista atrás todos podremos acordarnos de que las mejores tardes cuando éramos pequeños… eran precisamente aquellas en las que no teníamos nada que hacer. Siempre se acababa inventando algo. 

Fuente: playgroundmag.net

Para mayor información no duden en ponerse en contacto a través de este formulario. María Bilbao, consulta de psicólogo en Bilbao.

Exceso de actividades extraescolares

Exceso de actividades extraescolares
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Tal y como nos muestran en este interesante artículo, en la actualidad niños y niñas tienen un exceso de actividades extraescolares. Indudablemente esto está influido por las necesidades de padres y madres. Muchas veces tienen que trabajar ambos a jornada completa. Las actividades extraescolares serían un recurso para poder aunar los horarios de toda la familia.

El exceso de actividades extraescolares o la necesidad de los padres

Sin embargo, los niños y niñas necesitan descansar cuando salen de la escuela. Imaginémonos por un momento que después de acabar nuestra jornada laboral, tuviéramos que volver a hacer lo mismo. Esta vez en otro sitio, con otras personas, y hasta la hora de cenar. Sería agotador. Esto mismo les pasa a muchos niños y niñas cada día.

El jugar como parte fundamental del desarrollo

Además del agotamiento físico al que están sometidos muchos niños, hay que tener en cuenta qué es lo más conveniente para su psiquismo a esta edad. Cuando somos niños, necesitamos jugar. Niños y niñas necesitan jugar. Pero no es que lo necesiten porque como son niños esto es algo que les gusta hacer (que también)… Sino que lo necesitan para poder desarrollar todas las funciones mentales. El juego es la manera en la que los niños elaboran y metabolizan su vida. Representan, en el juego, y solucionan, aquellas cuestiones que les tienen preocupados. Vemos como por tanto, no es que necesiten jugar por placer, sino que a estas edades realmente lo necesitan. Y esto es igual de importante que los estudios. Sin posibilidad de juego… las capacidades para estudiar estarán bloqueadas.

La sobreestimulación

Por otro lado tanto exceso de actividad tiene a los niños terriblemente estimulados. Y luego nos sorprende que acaben diagnosticados de hiperactividad. Es que realmente están hiperactivos, tienen un exceso de actividad. Ya hemos comentado en otras ocasiones que niños y niñas necesitan aburrirse. Tan sólo desde el aburrimiento, desde el vacío, se genera la creatividad.

Indudablemente las actividades extraescolares se pautan con el deseo de que a los niños les vaya mejor en los estudios y en la vida. No obstante, habría que intentar llegar a un equilibrio, para que no terminen siendo contraproducentes.

Para mayor información pueden contactar a través de este Formulario, en la web de María Bilbao, psicólogo en Bilbao.

Fuente: psicocode.com

Los deberes escolares

Los deberes escolares
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Los deberes escolares son fuente de estrés en muchos hogares. Cada tarde, en muchas casas, se repite la misma situación. Padres, madres, o figuras de crianza… se pelean para que los niños hagan los deberes antes de que haya que bañarse, cenar y dormir. Seguramente no será motivo de pelea en muchas casas. Pero suele ser una queja recurrente entre las familias.

Demasiados deberes

Los niños y niñas tienen demasiados deberes. El aprendizaje en casa debería ser de otra manera. Debería estar más orientado a un aprendizaje mientras que se hacen actividades gratificantes. Es como si después de una jornada completa a los adultos nos pidieran que nos lleváramos trabajo a casa para un par de horas más. Y esto… de lunes a viernes y siempre que venga un puente. Algo del sistema educativo ahí falla.

Pero más allá de la lucha contra el sistema educativo… hay que encontrar fórmulas que permitan que los deberes no sean tal fuente de discusiones. Una de las razones por la que los padres y madres se desesperan es que sienten que el hecho de que los hijos hagan o no hagan los deberes es responsabilidad suya (de los padres). Y esto no es así. No son pocos los aitas y amas que saben, vía whatsapp, todos los deberes que tienen que hacer sus hijos cada tarde.

La responsabilidad de los deberes

Tal y como muestran en esta noticia, la responsabilidad de los deberes debe ser paulatinamente asumida por los niños. Lo equiparan con el proceso de aprendizaje de comer adecuadamente. Al principio hay que enseñarles a hacerlo para que puedan hacerlo solos después. Es una muy buena comparación. Es la labor de los aitas ir, poco a poco, facilitando tiempo y espacio para que los niños puedan hacer los deberes. En principio habrá que sentarse con ellos y ayudarles. Pero paulatinamente habrá que dejar que sean ellos los que los hagan (o no los hagan). Deben sentir que es su responsabilidad.

En este proceso es importante que tengan un espacio cómodo para hacer los deberes. Y sobre todo… que dispongan del tiempo para hacerlos. Y esto contrasta con las agendas de muchas familias. Quizá hubiera que replantearse la cantidad de extraescolares a las que se lleva a los niños hoy en día. Si después del colegio, a diario, tienen actividades que les hacen llegar a la casa a las 19.30… se hace complicado que quieran (y puedan) hacer los deberes. Están agotados para esa hora. Han tenido su jornada completa, un par de horas extra, y además tienen que seguir trabajando al ir a casa.

A veces se hace necesario sacrificar ciertas actividades. Por muy placenteras o necesarias que nos puedan parecer, es importante que las tardes sean un tiempo tranquilo. Donde haya un rato para hacer deberes.  Pero también debe haber otros ratos para compartir con los hijos, charlar, explorar, jugar… actividades éstas tan necesarias como el ir a la escuela.

Fuente: elpais.com

 

Comienzo del curso escolar

Comienzo del curso escolar
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Estas pasadas semanas han sido el comienzo del curso escolar. Algunos inicios son más complicados, sobre todo si hay muy pequeñines en la casa.  La adaptación es complicada para niños y niñas, y para los aitas y amas. Pero en cualquier caso es una etapa de muchas posibilidades.

Cualquiera que sea la edad de los niños y niñas, empezar un nuevo curso supone nuevos retos. O bien toca cambiar de andereño. También puede pasar que se comience un nuevo ciclo. Además es posible que haya muchos cambios entre los compañeritos de clase. Esto hace que lógicamente estas primeras semanas niños y niñas estén más nerviosos.

El comienzo del curso y los padres

En este proceso los aitas y amas pueden posicionarse de muchas maneras. Pueden transmitir entusiasmo. Pero también pueden transmitir sus propios nervios. Tal vez a veces su propio stress. Es muy necesario que los niños y niñas perciban que sus padres está tranquilos en el comienzo del curso escolar. Solo de esta manera ellos podrán enfrentarse al nuevo curso de la mejor forma posible. También sería conveniente fomentar la ilusión de aquello que está por venir. Los niños deben percibir sus logros con respecto a otras etapas pasadas. Además sería útil mostrarles aquello que está por venir, las nuevas cosas que van a poder hacer.

A veces transmitir calma a los hijos se hace difícil. Las primeras semanas en el comienzo del curso padres y madres están bombardeados de notas del colegio, reuniones, cambios, etc. Sin embargo, es importante no transmitir toda esta ansiedad (normal) a los hijos.

Las extraescolares

Por otro lado, aunque pueda haber mucha ilusión, es importante ser realista. Esto es, si los niños van a clase hasta las 17.00 quizá no sea lo más adecuado que tengan 3 actividades extraescolares. Debe haber tiempo para que después de clase puedan descansar un rato, hacer los deberes, y pasar un tiempo con los adultos. Esto se hace complicado si se llega a casa a las 20.00 todos los días. Quizá a veces sea mejor prescindir de muchas actividades extraescolares, que añadan más stress tanto a los padres como a los hijos.

Una de las cosas más importantes que los padres y madres pueden hacer por sus hijos es pasar tiempo «de calidad» con ellos. No se trata de que el único rato del día en el que se coincide con ellos esté invadido por las prisas, y por tanto los enfados.

A veces, si aparecen dificultades importantes en la escuela, puede ser necesario consultar con un profesional. Quizá así se pueda entender mejor de dónde viene el dolor mental del niño o niña, que hace que fracase en el colegio.

 

 

Cómo ayudar a los hijos

Cómo ayudar a los hijos
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Se ha escrito mucho sobre cómo ayudar a los hijos e hijas. En esta noticia nos muestran un listado de 10 comportamientos de los padres que quizá no ayuden a la educación de sus hijos. Más allá de los listados de cosas… sí que permite reflexionar sobre algunas cuestiones interesantes. La idea de la noticia es hablar de la educación. Sin embargo, algunas de las ideas propuestas se pueden aplicar a cualquier aspecto de la vida de los niños y niñas.

Proponen, entre otras cosas, no resolver todo a los hijos. Ésta es una idea interesante. Tan sólo en los primeros meses de vida hay que hacer todo a los niños (para garantizar la supervivencia). Pero llegados a un punto… es necesario acompañar a que sean ellos los que vayan resolviendo las cosas. Preguntarles qué proponen primero, proponer nuestra idea (tan sólo si es necesario) después.

La presión en estos tiempos

Mencionan también no focalizar en los estudios las conversaciones diarias. Esto se hace especialmente necesario en los tiempos que corren, donde los niños y niñas tienen unas agendas tan apretadas. Llegan a casa después del colegio y las extraescolares a una hora donde solo cabe ya hacer los deberes (contrarreloj). He mencionado en otras ocasiones que quizá a veces haya que replantearse las extraescolares, para no añadir más «hiperactividad» a los niños y niñas. Pero en cualquier caso, sí que hay que poder hablar con ellos de otras cosas. Preguntarles qué tal les fue el día, qué cosas bonitas hicieron, etc.

Se trata también la idea de ajustar las expectativas. A veces los padres y madres, de manera inconsciente, intentan disfrutar de que los hijos hagan aquellas cosas que ellos no pudieron hacer. Hay que acompañar a los niños en el aprendizaje, en su propio camino.

No obstante, la crianza de los niños y niñas no es tan sencilla como el 2 + 2 son cuatro. Los padres y madres hacen lo que pueden, lo que saben hacer, y lo que creen que es más adecuado. Pero si se considera que algo está fallando, puede ser muy beneficioso consultar con un profesional.

Fuente: lavanguardia.com