Cuando una persona piensa en empezar un proceso terapéutico, ésta es una pregunta que se puede plantear. Es lógico pensar esto, porque una terapia requiere una inversión de tiempo y dinero (desgraciadamente la salud pública actual no cubre la necesidad de psicoterapia de la población). Sin embargo, no hay una respuesta fácil para la pregunta, porque depende de muchas cosas.
Los tiempos en terapia.
Vivimos en una sociedad marcada por el consumo, los objetivos, el capitalismo. En definitiva, vivimos en una sociedad en la que hay que producir. Por tanto, el tiempo utilizado en actividades de autoconocimiento o autocuidado se valora como no prioritario. Llevamos tanto tiempo funcionando así que sin darnos cuenta nosotros mismos muchas veces no priorizamos este tipo de actividades.
Los cambios en psicoterapia, en muchas ocasiones, se producen poco a poco. Cuando una persona acude a psicoterapia con algún tipo de dolor mental, lleva haciendo (o pensando) determinadas cuestiones de la misma manera durante quizá años. No es tan sencillo como decir «esto que estás haciendo no te sienta bien, hazlo de otra manera», o «no pienses eso, piensa esto otro». Este tipo de comentarios a veces ya nos los hacen la familia o los amigos. Si fuera únicamente una cuestión de fuerza de voluntad, nadie viviría la vida con sufrimiento psíquico. Los cambios profundos tienen que ver con una posibilidad de ir abriendo otras puertas en la mente a otros pensamientos que nos hagan sentirnos mejor, y que a veces, cuando sea necesario, abran la posibilidad a permitirse actuar de otra manera. Y esto no es rápido.
Proceso/s terapéutico/s.
Cuando alguien decide acudir a psicoterapia, normalmente el proceso empieza con una valoración. Las primeras entrevistas están dedicadas a conocer mejor a la persona, entender cómo ha sido su vida, cómo son sus sentimientos, sus pensamientos, etc. Tras estas entrevistas, normalmente se comparte aquellas cuestiones que se consideran importantes de cara al motivo de consulta, y se hace una propuesta de psicoterapia, con una serie de objetivos.
Lo que en muchas ocasiones hacemos los terapeutas, es ir revisando estos objetivos. Hay que darse unos meses, normalmente, antes de empezar a ver cambios. Y cuando se producen cambios, es recomendable asentarlos antes de terminar el proceso terapéutico, para que puedan ser cambios estables que perduren en el tiempo.
No obstante, a lo largo de la vida puede haber otros procesos terapéuticos. No es un fracaso tener que volver a pedir ayuda. La vida es compleja, y nos pone a veces en situaciones que no sentimos que tenemos los recursos para afrontarlas sin ayuda. No pasa nada por volver donde el mismo, u otro terapeuta.
¿Para ir a terapia hay que estar muy mal?
No es necesario tener una cantidad de sufrimiento insoportable para acudir a psicoterapia. Hay ocasiones en las que se decide acudir a psicoterapia para conocerse mejor, reflexionar sobre algún tema que nos preocupa, etc.
Para cualquier duda sobre esta cuestión, pueden ponerse en contacto con María Bilbao Nogueira, psicólogo en Bilbao, a través de este formulario de contacto, o en el teléfono 653 724 653.