Cómo proteger a los hijos adecuadamente es algo a lo que le dan muchas vueltas los padres y madres. ¿Hasta dónde dejarles que sean ellos los que superen una situación? ¿Debemos acercarnos a calmarlos? La crianza de los hijos no es una ciencia exacta. No obstante, en esta noticia nos hablan de que la sobreprotección puede provocar ansiedad.
Los niños y niñas pasan por diferentes momentos de desarrollo psicológico. Y las necesidades que tienen a determinada edad no son las mismas que las que tienen cuatro años más tarde. Titulares tan tajantes como el de esta noticia pueden malinterpretarse.
Durante los primeros meses de vida, el bebé no tiene otra protección que no sea la de sus padres (siendo además muy importante la presencia de la madre). Y solamente si ellos han sido capaces de proteger su cuerpo, será el niño capaz de hacerlo en el futuro. Los bebés desatendidos, descuidados, desprotegidos… son niños que no saben protegerse (se dan golpes contra todo, etc). No podemos olvidar, por otro lado, que los niños no son capaces de valorar el peligro de determinadas conductas. Sin embargo, si han sido adecuadamente protegidos siendo bebés, andarán con más cuidado.
Saber valorar los peligros
Pero a medida que los niños se van haciendo grandes, la presencia protectora de la mamá o el papá debe ser más «desde la distancia». Tal y como comentan en esta noticia, no se trata de salir corriendo a calmarles porque se hayan caído en los columpios. Habrá que hacerlo si ha sido algo grave. Es importante que los niños y niñas puedan ir aprendiendo a valorar los peligros, y a calmarse solos. Cuando aita y ama van corriendo hacia ellos, con la cara de susto, porque se ha hecho un rasguño en el pie… en el futuro cualquier mínimo daño provocará en ellos esa reacción, la de un susto increíble.
En cualquiera de los casos, es difícil llegar a puntos intermedios, saber qué hacer en cada caso. No hay un manual de instrucciones. Es importante, si se siente que algo en los niños no está desarrollándose adecuadamente, consulta con un profesional.
Fuente: infosalus.com