Ansiedad y depresión son dos de las circunstancias que llevan más a menudo a consultar en atención primaria. La falta de tiempo y la falta de psicólogos en la sanidad pública hace que en muchas ocasiones los médicos de familia acaben recetando medicamentos para intentar aliviar los síntomas. Sin embargo esto no es suficiente.
Para aliviar el dolor físico nunca es suficiente una pastilla. A veces se hace necesaria la rehabilitación. ¿Y el dolor mental? Sucede lo mismo. La medicación prescrita puede aliviar los síntomas. No obstante, es necesario algo más.
Ir al psicólogo o medicarse
Muchas personas han tenido la experiencia de ir al psicólogo después de muchos años de tomar medicación. Por desgracia consultar con un psicólogo a veces es la última opción. Evidentemente lo económico no ayuda. No hay psicólogos suficientes en la sanidad pública. Y no todo el mundo puede costear un tratamiento a nivel privado.
Pero también están las resistencias a iniciar un proceso terapéutico. Es comprensible que asuste un poco (o mucho). Sin embargo, un psicólogo se adapta al ritmo de la persona que acude a consulta. Así como cuando vamos al médico a veces nos vemos invadidos por las pruebas físicas que nos tienen que hacer, en la consulta del psicólogo esto no es así. Los psicólogos deben respetar los tiempos de cada persona. El trabajo puede ser más lento que el tomarse una medicación, pero también los logros serán más estables en el tiempo. Los cambios son más profundos.
La ansiedad y depresión son malestares muy profundos, que muchas veces se sobrellevan durante mucho tiempo. Sería conveniente consultar cuanto antes. Así como el dolor físico sostenido en el tiempo se hace insoportable… lo mismo pasa con el dolor mental.
Para mayor información se puede contactar a través de los datos del formulario de contacto de María Bilbao, psicólogo en Bilbao.
Fuente: abc.es