
Desde hace unos años el diagnóstico de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es muy habitual. A pesar de esto, todavía es un diagnóstico bastante controvertido, sobre todo por su correlato farmacológico en la mayor parte de los casos. Actualmente, como vemos en esta noticia, se está multiplicando el diagnóstico en adultos.
Ser hiperactivo o estar hiperactivo
Habría que hacer esta distinción, ya que cuando decimos que alguien «es hiperactivo», directamente hay que pensar en qué tratamiento necesita, ya que no habría más solución que esa. Sin embargo, si pensamos que una persona «está hiperactiva», esto nos abre puertas para intentar entender qué es lo que está ocurriendo.
Durante la infancia se dan muchos diagnósticos de TDAH, sin embargo, la propia infancia se caracteriza por algunos de los síntomas del TDAH. Lo esperable es que niños y niñas sin ninguna dificultad, especialmente si son los más pequeños, manifiesten estas características:
- Mantener la atención por periodos cortos de tiempo.
- No poder estar quiet@s.
- Ser impulsiv@s.
A pesar de esto, cada vez hay un mayor diagnóstico de TDAH.
Sociedad actual
Vivimos en una sociedad en la que mientras que hacemos una cosa intentamos hacer otras dos o tres más. A veces estamos mirando el correo mientras escribimos mensajes en el whatsapp y escuchamos música. En esta sociedad donde ser una persona productiva es lo que más cuenta, se hace necesario prestar atención a un montón de estímulos a la vez. Sin embargo, les pedimos a los menores que presten atención a un sólo estímulo, y si no lo logran, se les pone la etiqueta. En muchas ocasiones los criterios para el diagnóstico se basan en criterios subjetivos, en cuestionarios que deben ser rellenados por el profesorado y los progenitores. Lo que una persona puede sentir como algo insoportable y excesivo, tal vez otra lo viva como una ligera molestia. Antes decíamos «es un niño movido», y ahora directamente se le pone la etiqueta de hiperactivo.
Causas de la hiperactividad
Sí que es cierto que la hiperactividad «normal» tiene unos límites. En estos casos habría que plantearse las causas posibles. Qué un niño o niña «esté» hiperactivo puede tener múltiples causas. Algunas de las más comunes podrían ser:
- Por dificultades sensoriales (infección de oídos, problemas visuales…).
- Tristeza
- Dificultades con la normativa.
- Intentar que sus padres no estén tristes o preocupados por otra cosa.
Tratamiento
Desde esta manera de entender la hiperactividad, no hay un único tratamiento, sino que habría que intentar entender qué causas están provocando la hiperactividad, para abordarlo de la mejor manera posible.
Para cualquier cuestión relacionada con la hiperactividad, o la infancia, pueden ponerse en contacto con María Bilbao, psicólogo en Bilbao.
