
Estos meses de confinamiento han sido muy complicados para todos, pero especialmente para los niños y niñas. En muchas familias se han sorprendido de lo bien que los pequeños de la casa han llevado el hecho de no poder salir a la calle. Sin embargo, para otras familias no ha sido tan fácil. En cualquiera de los casos, las consecuencias de estos meses sin poder apenas salir… están por ver.
Desarrollo
Durante la infancia niños y niñas van sufriendo cambios a medida que van madurando. Parte fundamental de estos cambios se producen por la relación con las figuras de cuidado, pero también es importante el encuentro con otras personas, salir a la calle, hacer actividades al aire libre, etc.
Para los peques de la casa, estos meses de confinamiento han supuesto una oportunidad de estar más tiempo con sus aitas y amas. Esto en muchas ocasiones ha sido bien recibido por los pequeños. Sin embargo, no todos los padres y madres han podido estar en la misma disposición para estar con los hijos. Las circunstancias en cada casa han ido marcando las nuevas rutinas. Además de las características de las viviendas, también ha habido situaciones diferentes en función de la organización de los adultos: no es lo mismo tener que realizar teletrabajo que estar sin trabajar; no es lo mismo teletrabajar teniendo que cumplir un horario estricto que poder organizarse…
Niños y niñas, como los adultos, se han ido adaptando a la situación a medida que iban pasando las semanas.
Pausas y vueltas atrás en el desarrollo
En algunas familias, han visto como algunas capacidades que ya estaban adquiridas en los pequeños… han desaparecido. Cuestiones como el uso del pañal, las necesidades para poder conciliar el sueño, las cuestiones de la alimentación, etc.; en algunos casos han vuelto a etapas anteriores, o no han avanzado.
Es pronto para ver las consecuencias del confinamiento a largo plazo en los menores. No obstante, sí que están apareciendo en consulta algunas dificultades con respecto a cuestiones del desarrollo que ya estaban logradas, y que han vuelto atrás.
Esto tiene sentido. Todas las personas, cuando tenemos un momento de crisis, nos apoyamos en lo que nos hacen sentirnos seguros, para coger fuerzas. En el caso de los niños, ante la crisis provocada por la situación de confinamiento, y la ansiedad (inevitable) que podían sentir ellos o percibir de sus adultos… han vuelto atrás, en algunos casos, a etapas del desarrollo que ya estaban asentadas, para coger fuerzas para lo que estaban viviendo. Es muy posible que con una vuelta a la «nueva normalidad» que estamos viviendo, niños y niñas puedan seguir desarrollándose.
No obstante, si surgen dificultades que padres y madres no saben como abordar, puede ser conveniente consultar. Para cualquier duda sobre este tema u otras cuestiones, pónganse en contacto a través de este formulario, o al teléfono 653.724.653, con María Bilbao, psicólogo infantil en Bilbao.