Adicción al juego patológico

Adicción al juego patológico
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En esta noticia nos alertan de que la adicción al juego patológico está afectando a los más jóvenes.

Tal y como explica la noticia, la adicción a las nuevas tecnologías no es únicamente cuantificable en función de las horas que un chaval pasa delante del ordenador o tablet. Hay que tener en cuenta la interferencia en su vida.

Es importante que desde bien pequeños a los niños se les transmita la idea de que hay límites. Esto de los límites no tiene que ver solo con decir no. También lo es mostrar a los hijos que no se puede hacer todo a la vez. Esto se hace difícil actualmente. Sobre todo porque nosotros mismos somos víctimas del mensaje: «puede tener todo y hacer todo». Esto nos lo transmiten  por todos los medios. Si un padre o madre está en el parque cuidando de un niño mientras revisa su correo electrónico y escucha música… de manera inconsciente estará transmitiendo que se puede hacer todo a la vez. Lo mismo pasa si se les permite a los niños ver la TV y jugar con la tablet mientras comen, por ejemplo.

Todos estos pequeños gestos van estructurando el psiquismo de los menores. Ya hemos hablado en otras ocasiones del exceso de estimulación al que estamos (y están nuestros hijos e hijas sometidos).

El porqué de la adicción al juego patológico

El «mundo virtual» permite hacer muchas cosas a la vez (tener muchas ventanas abiertas, tener varias conversaciones a la vez, etc). Y por tanto, puede ser muy satisfactorio. A eso se le añade la sensación de irrealidad vivida cuando uno está conectado. No solamente uno puede ponerse un pseudónimo para jugar a un videojuego. Además se puede inventar todo un personaje.

Todos estos aspectos favorecen que sea muy placentero el uso de las tecnologías. Por tanto es fácil que se produzca la adicción. Las personas nos hacemos adictas a comportamientos que en un principio son satisfactorios.

Como cualquier adicción habría que entender el papel que está jugando en la vida de la persona dicho comportamiento. Intentar analizar qué es lo que calma la conducta adictiva. Tan solo de esta manera podrá intentar controlarse.

Para mayor información no duden en ponerse en contacto con María Bilbao, tenemos la consulta de psicólogo en Bilbao.

Fuente: larioja.com

La dificultad de decir NO a los hijos

¿Es dificil decir NO a los hijos?
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Muchos padres y madres se enfrentan de manera cotidiana a una dificultad: Decir NO a los hijos.

¿Es tan difícil decir NO a los hijos?

Esto es algo que parece fácil de decir. Sin embargo, se convierte en algo complicado de hacer. Sobre todo últimamente. Vivimos en la era de tener que lograr todo de manera inmediata. Parece que esto puede ser posible gracias a los logros tecnológicos. Estamos acostumbrados a cambiar las cosas en cuanto se estropean. Tampoco está bien visto dolerse por algo. Parece que hay que estar feliz en todo momento. Esto concuerda con la naturaleza humana. Los seres humanos intentamos lograr siempre el máximo de placer con el mínimo de esfuerzo y sufrimiento posible. Por eso nos cuesta decirnos a nosotros mismos que no en muchas ocasiones.

Decir NO a los hijos es necesario.

Sin embargo, sabemos que hay que hacerlo. No podemos tener todo. Y lograr decir no a los hijos e hijas es un asunto aún más complicado. Pero es absolutamente necesario para que niños y niñas se sientan bien. Cuando decimos que no a un niño, le estamos transmitiendo muchas cosas.

Le estamos transmitiendo que todo no se puede. Esto le ayudará en el futuro, cuando se tenga que enfrentar a situaciones que le demuestren que todo no se puede lograr.

A su vez, le estamos transmitiendo que él no puede todo. Le estamos librando de esa omnipotencia con la que los niños y las niñas nacen. De esta manera, cuando algo malo suceda, él sabrá que a veces es necesario pedir ayuda, porque uno no puede con todo.

Es importante poderles poner límites. Los límites estructuran la mente. Y los límites generan una serie de rutinas que son necesarias tanto para manejarse en la sociedad, como para la estabilidad interna. Sabemos que es complicado hacerlo, pero en realidad les estamos ayudando cuando lo logramos.

Para mayor información no duden en ponerse consultarnos sin ningún compromiso a través del formulario de María Bilbao, tenemos nuestra consulta de psicólogo en Bilbao.

Fuente: psyciencia.com

 

 

La infancia del exceso – Como corregirlo

La infancia y el exceso
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En esta noticia tan interesante, nos hacen conscientes de que actualmente la infancia se caracteriza por el exceso. Es verdad que los tiempos han cambiado mucho. Ahora hay mayores recursos para todo: para encontrar información, para compartirla, para variar de actividad, etc.

La sobreexcitación – La infancia del exceso

Sin embargo, no siempre tanto es necesario. Los niños cuentan con demasiadas cosas. Hoy en día hay muchas familias que ponen un tope, por ejemplo, a los regalos que van a recibir sus hijos. No es de extrañar. Cuando los niños reciben muchos regalos, no pueden disfrutar realmente de ninguno. Permanecen sobreestimulados y no se centran en jugar con uno de ellos.

Niños y niñas cuentan con demasiada información. Ocurre lo mismo. Hace años la única manera de hacer los deberes era usando un diccionario y una enciclopedia. Indudablemente internet ha supuesto la posibilidad de acceder a más información. No obstante, mucha información no implica que se pueda entender mejor. A todo hay que darle forma para poder comprenderlo.

Por si fuera poco, ahora hay muchas opciones, demasiadas. Esto correlaciona con el exceso de información y de cosas. Los niños se pueden ver abrumados en ocasiones ante tanta variedad. Es positivo que se pueda elegir entre muchas cosas, pero a veces se hace necesario simplificarles la vida. Padres y madres pueden elegir previamente algo por sus hijos, filtrando un poco. Esto se puede aplicar, por ejemplo, a las actividades extraescolares.

Así mismo, viven un exceso de velocidad. El mundo transmite en ocasiones demasiado rápidamente para lo que ellos pueden metabolizar. Es trabajo de padres y madres digerir, filtrar, y sobre todo… quitar el exceso de estímulos a los que se ven expuestos. Esta labor de paraexcitación es necesaria siempre, desde el nacimiento, para que de esta manera los niños logren hacerlo por sí mismos en un futuro. Y en los tiempos que corren… aun más.

Como corregir los excesos en la infancia

¿Cómo lograr todo esto? Intentando simplificar un poco la vida tan ajetreada que la sociedad nos demanda. Priorizando el sueño de los niños, por ejemplo. Dejando tiempo para jugar, aunque sea a costa de renunciar a algunas actividades extraescolares. Permitiéndoles aburrirse para que de esa manera puedan crear algo nuevo.

Para más información pueden ponerse en contacto a través del Formulario de contacto de María Bilbao Nogueira, tenemos nuestra consulta de psicólogo en Bilbao.

Fuente: rinconpsicologia.com

La imposibilidad de hacer todo

la imposibilidad de hacer todo
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El ser humano está enfrentado permanentemente a una realidad, la imposibilidad de hacer todo. No podemos hacer todo, no podemos tener todo. Si bien estamos viviendo en un momento social en el que parece que es posible hacer de todo, y la vez… nos vemos confrontados con la realidad siempre que intentamos vivir bajo esta ilusión. En esta noticia nos muestran los cambios cerebrales que se producen cuando estamos intentando hacer varias cosas a la vez. Si bien puede haber una determinada sensación de bienestar… también aumenta la ansiedad.

La imposibilidad de hacer todo aunque deberiamos

Parece que deberíamos tener todo. Cuando algo se rompe hay que sustituirlo inmediatamente. También parece que deberíamos ser capaces de hacer de todo. Si uno ve cualquier serie de TV o programa, parece que los días de los y las protagonistas tienen más de 24 horas. Les da tiempo a descansar, ir al gimnasio, cocinar, cuidar de los hijos, trabajar, dormir, y un largo etcétera. Pero todos tenemos la experiencia de que esto no es posible. Sin embargo, es un anhelo humano el intentar lograr tener todo.

Intentar lo imposible

De hecho lo intentamos permanentemente. Las personas trabajan mientras están atentos a su teléfono móvil, el cual les permite controlar sus cuentas bancarias, hacer la lista de la compra, quedar con los amigos… Y a pesar de todo no se da a basto. El ser humano tiene límites.

No hay sentimiento más doloroso que el de saber que no se puede con todo. Nos hace enfrentarnos a una emoción: la pérdida. Para intentar evitar este sentimiento las personas son capaces de cualquier cosa, de hacer esfuerzos enormes. Sin embargo, no es posible vivir sin enfrentarse a cada rato con la sensación de que no todo es posible. Por muchos aparatos electrónicos que nos vendan, programados para que seamos «multitarea»… no lo lograremos. Si los propios ordenadores tienen un tope de cosas que pueden hacer a la vez… ¿por qué las personas no lo íbamos a tener?

Fuente: lasprovincias.es

Niños, padres, tecnología

Niños, padres, tecnología
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Niños, padres, tecnología … parecen una ecuación a veces difícil de resolver. En esta noticia se hace un análisis sobre cómo puede afectar el uso de los dispositivos móviles por parte de padres y madres en la crianza de sus hijos.

Niños, padres, tecnología

Se está investigando bastante en este tema actualmente. Parece que algunos padres  estén demasiado absortos en sus smartphones, incluso cuando están delante de sus hijos. Da la sensación de que en el mundo en el que vivimos se puede hacer de todo. Parece que podemos estar al día de todo, gracias a las ventajas de los dispositivos electrónicos. Es verdad que nos facilitan mucho la vida en algunos momentos. Sin embargo, la capacidad para poner nuestra atención en algo tiene límites. Por mucho que parezca que podemos revisar nuestro correo mientras estamos en el parque con los niños… esto no termina de ser del todo posible.

Educar en los límites

Una de las labores más difíciles que tienen que ir haciendo los padres y madres durante la crianza es transmitir que existen los límites. Los límites tienen que ver con lo que se puede y no se puede hacer. Para ello son importantes las normas, pero también las rutinas, ya que dan estructura al psiquismo de los niños y niñas. Y además es necesario poder transmitir que no todo es posible. Cuando los padres y madres están con sus hijos, pero mirando la pantalla de sus móviles constantemente, transmiten una idea que no es real, la de que se puede hacer todo a la vez. No es de extrañar que a veces haya niños y niñas que sientan que pueden hacer todo a la vez. Estos niños finalmente no logran terminar nada (esto está relacionado con la hiperactividad).

No se trata de que los padres y madres tengan que estar permanentemente pendientes de lo que hacen los niños. Tampoco es bueno esto, quedarse pegados a ellos. No obstante, es necesario para los hijos sentir que los padres comparten tiempo con ellos. Se suele decir que es más importante para los hijos e hijas pasar tiempo de calidad con sus padres y madres… que simplemente pasar tiempo. Esto tiene mucho sentido. Las figuras más importantes para los hijos, especialmente en los primeros años de vida, son los padres. A veces tan sólo necesitan que les miren, que compartan su tiempo libre con ellos. Y aunque parece que esto se puede hacer mientras que se revisa el email… no es así.

Fuente: infocop.es

Ansiedad y olvidos

Ansiedad y olvidos
Autor: FreeImages.com/Julia Freeman-Woolpert

En esta noticia nos hablan de algo que puede suceder cuando hay ansiedad, los olvidos. Ansiedad y olvidos en este artículo lo mencionan como un trastorno. que no sería nada más que una consecuencia de la ansiedad. Parece que cuando a un síntoma le damos la categoría de patología esto es tranquilizador. De esta manera ya sabemos lo que tenemos. Es importante mirar más allá.

Ansiedad y olvidos

Olvidarse cosas cuando una persona sufre de ansiedad es algo esperable. Cuando alguien vive en estas condiciones tiene una sensación de estar en alerta constante. Lógicamente, cuando estamos en alerta, no podemos prestar atención. Y por tanto, aquello a lo que no hemos logrado atender… se olvida. Ansiedad y olvidos van de la mano en estos casos.

Unen esta incapacidad para recordar cuestiones con un aspecto muy interesante. Mencionan en el artículo que hay, en la actualidad, un deseo de poder hacer todo a la vez. Este deseo surge, según los autores, de mensajes que recibimos a nivel social de que esto es posible. Sí que vivimos en una sociedad donde parecería que podemos hacer de todo, podemos tener todo. Estos mensajes calan en nosotros porque no hay nada más doloroso para                                                                                       el ser humano que sentir que tiene límites.

Los límites de la realidad

La realidad es que nunca podemos tener todo, ni hacer todo. El tiempo, la vida, el cuerpo… todo nos pone límites. Límites que por otro lado son necesarios, ya que nos ayudan a poner orden al pensamiento.

Los olvidos también son un límite que nuestra mente nos pone a la idea, poco realista, de que podemos retener todo. Esto es difícil de aceptar, sobre todo cuando uno enciende la TV y ve anuncios de todo tipo de vitaminas para poder hacer un montón de cosas en 24 horas. Es decir, hay un ideal de cómo deberíamos ser, que aparece en medios de comunicación, que conecta con lo que a todos nos gustaría, que es lograr hacer todo. Pero este ideal en realidad es muy poco factible, por lo que a veces aparece sufrimiento.

Si además una persona sufre de ansiedad, es muy lógico que haya olvidos. Sería importante, cuando aparecen este tipo de síntomas, hacer un análisis de cuáles son las causas, para poder abordarlo de la manera más adecuada.

Fuente: elpais.com